Existe una preocupación social por los bajos niveles de actividad física de la población, en especial de los niños. Por otro lado, son habituales las conductas violentas de agresión-victimización en los centros escolares, existiendo rasgos definitorios personales en función del rol alcanzado. Por eso, se diseñó un estudio con dos finalidades: 1) identificar si hay diferencias entre el nivel de actividad física, las percepciones de ser considerado fuerte, cobarde, que pega, víctima y de empezar las peleas, en función del sexo y curso del alumnado; 2) conocer el tipo de relaciones existentes entre los niveles de práctica de actividad física del alumnado de Educación Primaria y las percepciones de sus compañeros de clase sobre ser considerado fuerte, cobarde, que pega, víctima y de empezar las peleas. El diseño del estudio fue ex post-facto de tipo descriptivo y correlacional, de carácter epidemiológico. Participaron 94 niños de 8-12 años (M = 9,73, DS = 1,24) de dos centros rurales de Zaragoza. Los instrumentos administrados fueron el PAQ-C (Physical Activity Questionnaire for Older Children) y el Test de Evaluación de la Agresividad entre Escolares (BULL-S). Los resultados mostraron que los chicos obtienen valores superiores en el nivel de actividad física, en ser considerado fuerte, cobarde, que pega y que empieza las peleas, respecto al de las chicas, siéndolo significativamente a excepción del ser considerado cobarde. En función del curso del alumnado, todas las variables disminuyen de 3º a 6º de Educación Primaria. Además, existe correlación positiva y significativa entre el nivel de actividad física y ser considerado fuerte y que empieza las peleas.