Lo construido: ¿siempre hay que hacer?
Cualquier proyecto que trabaja sobre preexistencias construidas conlleva un acto de diseño que, como toda obra, se puede afrontar de maneras muy diversas. Por lo general, la historia de la intervención arquitectónica nos ha encaminado a entenderlo como un proceso de puesta en valor de lo extraordinario y casi siempre tendente hacia un hacer intelectual y material mayúsculo. A través de varios casos de estudio, asociados principalmente a dos exposiciones comisariadas por OMA y por el pabellón alemán en sendas Bienales de Arquitectura de Venecia (2010 y 2012), el artículo plantea abrir preguntas sobre una alternativa de hacer sobre lo prexistente: ¿Se puede entender también ese hacer desde un punto de vista contemplativo? ¿Se puede reconocer valor también en lo genérico y no solo en lo extraordinario?