Análisis del impacto espiritual del turismo religioso en la experiencia turística: el caso del Camino Ignaciano
El turismo religioso es uno de los tipos de turismo más antiguos de la historia, así mismo, peregrinar fue uno de los primeros desplazamientos con fines no económicos que realizó el ser humano (Duda & Doburzyński, 2019). Es conocido como una forma de expresión o tradición cultural, un objetivo espiritual o un compromiso de fe. La presente investigación da cuenta del impacto y la transformación espiritual que experimentan los turistas al emprender el Camino Ignaciano como un itinerario turístico y religioso. El estudio se realizó mediante análisis cualitativo y codificación de entrevistas aplicadas durante la peregrinación. Se analizaron 95 entrevistas semiestructuradas en la modalidad de 12, 16 y 30 días de peregrinación entre el 2015 y 2019. Ignacio de Loyola sufrió gran parte de su conversión en medio de una peregrinación que emprendió desde Loyola hasta Manresa, recorriendo más de 640 km. Al llegar a Manresa una de sus mayores obras dio fruto, la que hoy en día es base de la espiritualidad ignaciana alrededor del mundo y piedra angular del peregrinaje, los ejercicios espirituales. Esta obra se fundamenta en el discernimiento y la entrega a Dios para descubrir el secreto de una vida en plenitud. La peregrinación, en definitiva, es una actividad de turismo religioso que hace parte del turismo cultural y que muy a pesar de sus erróneas atribuciones negativas, el turismo, desde sus diferentes especialidades, está contribuyendo a la transformación espiritual de jóvenes y adultos, rescatando vidas desde una de sus prácticas más antiguas, el peregrinaje.