El descubrimiento de la amalgamación, en 1556, en la mina de plata de Pachuca (Nueva España) produjo un brusco aumento en la demanda de azogue, de manera que Almadén pasó a ser un gran establecimiento minero. El objetivo de este artículo es el estudio de la primera parte del largo viaje del azogue entre Almadén y América, correspondiente al tramo terrestre entre Almadén y Sevilla, cuya distancia es casi 300 kilómetros. Los caminos de la Edad Moderna eran de firme y trazado deficientes, a lo que habría que añadir los incidentes y conflictos surgidos entre los carreteros y arrieros con los dueños de las tierras por donde transitaban. Además, el transporte del azogue (metal líquido y pesado) era muy dificultoso, envasado en bolsas de cuero, hasta que a finales del XVIII comenzaron a utilizarse frascos de hierro colado. Pese a todo, la Corona logro abastecer de suficiente azogue a las minas de plata americanas