El presente artículo busca establecer los fundamentos de las funciones ejecutivas (FE) a nivel conceptual, para lo cual se plantea el seguimiento de los siguientes elementos: a) definición de las funciones cerebrales inferiores y superiores; b) relación entre FE y estructura anatomo-funcional; y c) confluencia final de las FE en un modelo integrador. a) Las funciones cerebrales inferiores están ligadas a los procesos más primitivos del ser humano. Permiten la satisfacción de necesidades básicas para la supervivencia; por tanto, se refieren a las capacidades adquiridas genéticamente sin que para su ejecución medie ningún proceso de aprendizaje. Por su parte, las funciones cerebrales superio-res se emparentan con los procesos neuropsicológicos bajo los cuales se sustenta la capacidad de modificar el ambiente y las circunstancias. Lo anterior ocurre gracias a: memoria, atención, lenguaje, razonamiento abstracto, actos gestuales y funciones ejecutivas (Rodríguez et al., 2006). Estas funciones cerebrales son el fundamento de las FE. b) Frente a su localización anatómica y funcional, Goldberg (2001) determina los lóbulos frontales como principal sustrato, por cuanto representan el centro ejecutivo del cerebro y la porción cerebral con mayor evolución de la corteza. Estos son los en-cargados de recibir la información de los estímulos y de la totalidad de las modalidades sensoriales. c) La anterior conceptualización permite definir las FE como un conjunto de capacidades referidas a la formulación de metas, planificación para el logro de dichas metas y la ejecución de la conducta de manera eficaz (Lezak, 1982).