La experiencia del dolor suele caracterizarse por su temporalidad, localización, intensidad, por qué tan desagradable se experimenta y la manera particular en el que se siente (como “caliente”, “un latigazo”, “profundo” u “hormigueante”). Estas últimas son las cualidades sensoriales del dolor (csd). Discuto aquí la tesis representacionista según la cual las csd se explican por un contenido mental que describe la naturaleza del daño corporal. Desarrollo dos argumentos en contra de la regularidad que tal tesis supone entre las csd y la naturaleza de la lesión, y presento evidencia a partir del “Cuestionario del dolor de McGill”, un instrumento clínico para la comunicación del dolor. Concluyo que la lesión corporal y las cualidades sensoriales del dolor no covarían como supone esta forma de representacionismo.