La manera como se percibe en México el sabor, el olor y los componentes visuales de la fiesta, sucede a través de la transmisión generacional de cada celebración. La alusiva a la Independencia de México, tiene una particular modalidad de expresión a través del simulacro, una forma de teatralidad que involucra a miles de participantes en varios municipios de la zona sur del Estado de México como Coatepec Harinas, Tecomatlán, Malinalco y Tejupilco. El inminente arraigo entre las comunidades se debe a la antigüedad y preservación del fenómeno. Dentro de este marco, el estudio se concentra en los simulacros efectuados en Ixtapan de la Sal y Tonatico por sus formas de organización y tratamiento del convivo social. En la mirada de los pobladores, la celebración de la Independencia de México se concibe indefectiblemente a través del simulacro, 15 y 16 de septiembre en Ixtapan de la Sal y 26 y 27 en Tonatico, días en los que la rutina de los actos condicionados se detiene cediendo el paso a un tiempo/espacio propicio para el juego y la representación como agentes de transformación y cohesión comunitarios.