En diciembre de 1948 y de mayo a agosto de 1949, la obra clásica de Tennessee Williams, Un Tranvía Llamado Deseo, se presentó por primera vez en México y con ella hizo historia, tanto en el teatro mexicano como en el estadounidense. La obra fue dirigida por Seki Sano, el director japonés a quien se le atribuye la transformación del teatro mexicano, y en ella actuaron Wolf Ruvinskis, quien después siguió una destacada carrera en el cine, y María Douglas. La joven compañía de Seki Sano recibió grandes alabanzas de los críticos mexicanos por introducir y representar de una manera muy bella uno de los dramas más importantes de los Estados Unidos.