El objetivo del presente artículo es sistematizar evidencia científica disponible sobre violencia familiar y su relación con los trastornos depresivos. La investigación estuvo orientada a la indagación bibliográfica en la base de datos de Scielo. Se enfocó en la temática de violencia intrafamiliar y generación de la afección mental, especialmente los trastornos depresivos y pautas para prevenirlos, de utilidad para el quehacer investigativo y asistencial de autoridades, operadores judiciales y profesionales de la salud. Entre los principales resultados se obtuvo que los trastornos depresivos están fuertemente asociados a la violencia intrafamiliar. Asimismo, se estableció que las mujeres, en especial las embarazadas, expuestas a violencia por sus parejas íntimas, sufrieron de maltratos psicológicos (presentando signos depresivos), seguidos de maltratos físicos, violencia sexual y violencia económica-patrimonial; al respecto el MINP (noviembre 2020), señaló que, de 58 595 mujeres sometidas a violencia familiar, entre los 18 y 59 años de edad, el 49.8% era por violencia psicológica. De otro lado, los niños y adolescentes también se vieron afectados en su salud mental, a consecuencia de las agresiones ejercidas por sus padres, alterándose sus procesos psicosociales y convirtiéndose en un factor de riesgo para síntomas depresivos u otras conductas autodestructivas. En ese sentido, el MINSA informó que los trastornos más habituales en infantes y jóvenes son por problemas emocionales, como depresión o ansiedad ligados a violencia doméstica. Por último, los adultos mayores integrantes del grupo familiar, también fueron afectados por algún tipo de violencia, sobre todo la psicológica, en especial los adultos entre los 70 y 79 años de edad, que presentaron signos de depresión.