El turismo oscuro se emplea como un término inclusivo general para cualquier forma de turismo que se asocie con la muerte, con el sufrimiento, las barbaridades o los crímenes. En esta comunicación se analizan las motivaciones principales de los necrorrománticos. Fundamentalmente se distinguen aquellas relacionadas con los intereses históricos, los intereses culturales, el placer de la desgracia, el interés por lo inusual, el mero entretenimiento, el interés por rendir honores, el interés personal directo o indirecto…En consecuencia, se deduce que la motivación del turista oscuro es múltiple y no forzosamente única ni discordante, sino que puede existir un cúmulo de motivaciones que alimenten el interés en la práctica del turismo oscuro. Complementariamente, se advierte que cuanto más lejano en el tiempo es el recurso oscuro, mayor frivolización parece existir y menos estigma parece que hay. Finalmente, se ultima con la idea de que el turismo oscuro no ha superado completamente los prejuicios y la frontera de lo políticamente incorrecto, y que no se desprende totalmente del estigma de una actividad oscura, clandestina y vergonzante. Igualmente, se abre una futura e interesante línea de investigación para desarrollar el turismo oscuro, como un potencial territorial capaz de lograr efectos transformadores en el territorio, tales como evitar el éxodo y la despoblación.