La Deshidroepiandrosterona (DHEA) no solo es un esteroide activo por sí mismo, sino que también genera efectos independientes de receptores nucleares. Paulatinamente, se han obtenido más hallazgos sobre la síntesis de esteroides en el Sistema Nervioso Central (SNC), observándose que las diferencias con los tejidos endócrinos son menores. Es quizás en esas vías donde se podría encontrar la explicación de los múltiples efectos que puede causar un solo compuesto como la DHEA. Tan solo en el SNC, algunas de sus acciones incluyen neuroprotección, crecimiento de dendritas, apoptosis, síntesis y secreción de catecolaminas, así como funciones antioxidantes, anti-inflamatorias y antiglucocorticoides. Las variaciones en la concentración sérica de la DHEA se asocian con diversas enfermedades. Esta concentración disminuye con la edad desde su máximo en la juventud hasta su punto más bajo, cuando muchos trastornos del envejecimiento se vuelven notablemente más frecuentes. Tanto la DHEA como sus congéneres pueden actuar por sí mismos o ser metabolizados a otros compuestos activos, aumentando así la complejidad de sus efectos. Por tales motivos, cobra relevancia describir dichas interacciones metabólicas para mejorar la interpretación de los estudios de estos mensajeros.