Estudiamos varios retratos de Roberto Bolaño construidos por Javier Cercas en un corpus periodístico y en dos novelas de autofcción, Soldados de Salamina (2001) y La velocidad de la luz (2005). Llama la atención cómo en esos textos de ficción y no ficción, Cercas reivindica su amistad con Bolaño y destaque en la de éste, sea los rasgos que lo sitúan en la frontera entre la sociedad común y su afuera, sea, en menor medida, su posición tópica. Argumentamos que, al crear estas figuras de Bolaño, Cercas se legitima como escritor