Hasta hace algunas décadas, tanto el sindicato como el derecho del trabajo podían ser representados, metafóricamente, por una casa, con sus atributos de solidez, permanencia, seguridad y previsibilidad. Actualmente, ambos parecen reflejar más la imagen de la calle, con sus marcas de inseguridad, sorpresa e inestabilidad. Este breve artículo trabaja esta hipótesis, tratando de revelar cómo la transformación del contexto exterior se viene manifestando en la producción y en la aplicación de normas jurídicas del trabajo, y cuáles son los riesgos y las posibilidades que el futuro nos reserva. No solo trae una visión panorámica de las tendencias del derecho del trabajo, del pasado al futuro, sino también sugiere posibles soluciones para la crisis que lo viene afectando y lo afectará, de forma probablemente aún más profunda, en el período pospandemia. Con un enfoque multidisciplinario, y recorriendo especialmente las obras doctrinales, la investigación concluye por la pertinencia de la hipótesis, aportando líneas genéricas para que el derecho del trabajo retome su tradición de disminuir las desigualdades sociales producidas por el sistema capitalista.