En este trabajo se parte de la discusión sostenida en torno al antropocentrismo entre dos vertientes de la ética ambiental: los puntos de vista de los primeros promotores de esta disciplina y el pragmatismo ambiental. Los fundadores de la ética ambiental proponen acabar con el monopolio antropocentrista mediante un no antropocentrismo o antiantropocentrismo; en tanto que los segundos, critican la imposibilidad y en su lugar proponen un antropocentrismo moderado o débil. Previamente a la exposición de estas propuestas, se revisa la distinción entre dos conceptos polémicos presentes en la discusión antropocentrista: el antropomorfismo y el antropocentrismo; posteriormente, se elabora una exposición sucinta de la visión antropocentrista que prevaleció durante gran parte del siglo XX y, por último, se expone la propuesta antropocentrista de Bryan Norton, quien destaca que a pesar de que los seres humanos hemos sido bastante inconscientes en nuestro trato hacia las entidades naturales, no podemos dejar de lado nuestro antropocentrismo, pero sí podemos, en cambio, modificar nuestra visión tradicional, basada en un antropocentrismo duro, por una versión débil que sea más ponderativa.