Las representaciones del cuerpo en la literatura han permitido reflexionar acerca de cómo éste se relaciona con los consensos sociales y los parámetros biopolíticos en Occidente. Sobre todo, el cuerpo femenino convoca las más urgentes ideas del pensamiento feminista. En tal sentido, este trabajo propone pensar ese cuerpo en una doble representación artística: fotografía y literatura. Para lograrlo, dos obras de Edgardo Rodríguez Juliá sirven de material: Cámara secreta (1994) y Puertorriqueños, álbum de la sagrada familia puertorriqueña (1989). Considerando – con Susan Sontag – que todo uso de la cámara implica una agresión, son analizadas, pues, las vertientes de esta violencia del ojo que mira, fotografía, describe e interpreta el cuerpo de mujer. Las premisas teóricas de Diamela Eltit y Susan Sontag sirven de apoyo.