En este artículo se aborda la trayectoria vital y profesional de dos figuras femeninas republicanas que comparten la experiencia indeleble del exilio (1936), lazos de filiación ―madre e hija― y una común preocupación por la infancia, la educación y las dificultades para el aprendizaje: Mª Luisa Navarro e Isabel Luzuriaga. Mª Luisa formó parte del grupo de mujeres cuyo trabajo revirtió en avances sustantivos para la sociedad española y para la modernización del sistema educativo, haciendo contribuciones en las Misiones Pedagógicas, en la educación de sordomudos, y en favor de los derechos de las mujeres, que no dejó de lado en los exilios que tuvo que afrontar. Isabel llegó de niña a la Argentina luego de haber pasado un tiempo en Inglaterra, país al que regresó en tiempos de su formación profesional y se focalizó en el psicoanálisis infantil, siendo la primera docente de esta asignatura en la Carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Aires. Un segundo exilio (1978) la retornó a su España natal, donde permaneció hasta su muerte. El objetivo de este artículo es develar las aportaciones académicas que ambas figuras han realizado desde la Pedagogía y la Psicología atendiendo a variables contextuales, políticas y de exilio. La reposición de los itinerarios de una y otra ha sido posible revisando la obra que produjeron y especialmente a partir de testimonios orales personales, como en el caso de la propia Isabel Luzuriaga, y de allegados que convivieron y trabajaron con ellas.