scholarly journals Valores y motivaciones que guían la práctica científica en Frankenstein

Author(s):  
Elena Denia
Keyword(s):  

La novela Frankenstein o El moderno Prometeo (1818) es una fuente de información abundante sobre la imagen de la ciencia en la sociedad de principios del siglo XIX que permite revelar aspectos nítidos de la dimensión social de la investigación científica de la época. El propósito de este trabajo es, tras contextualizar algunos elementos clave del entorno científico coetáneo a la obra y la educación que recibió Mary Shelley —su autora—, realizar un análisis exhaustivo del texto original para revelar características de la práctica científica del momento, en particular los valores y motivaciones que guían el ejercicio de la ciencia en la narración. El análisis revela que: (1) los valores que caracterizan la práctica científica en el universo Frankenstein son: rigor; altruismo; empeño y perseverancia; determinación; valentía; imaginación; serenidad; reconocimiento; y responsabilidad; mientras que (2) las motivaciones para emprender la actividad científica son: curiosidad e interés; pasión o entusiasmo; ambición; y voluntad. La caracterización de la labor científica a partir de la obra exhibe una conceptualización de lo que se considera buena ciencia que parece vigente en el imaginario de la ciencia actual.

Author(s):  
Lola Robles

Digna heredera de la narrativa de Mary Shelley, la autora española Pilar Pedraza (Toledo, 1951) ha escrito y publicado una docena de novelas, varios libros de relatos y numerosos cuentos en antologías colectivas, a lo que hay que añadir una serie de ensayos sobre el papel de las mujeres en el arte, cine y literatura, y sobre brujería. Estas publicaciones ensayísticas muestran claramente la concepción del mundo que tiene Pedraza y son un buen correlato de su narrativa, tal como veremos. Su obra de ficción se inscribe dentro de la literatura de terror fantástico o se la define también simplemente como gótica. Fascinada por la muerte, lo macabro, lo siniestro, lo extraño, lo abyecto, lo híbrido, lo queer, Pedraza propone todos estos elementos en sus ficciones; pero, sin duda, hay un tema que la propia escritora destaca como recurrente: el monstruo. Sus monstruos son polimórficos y, en esa pluralidad, no podían faltar criaturas que recuerdan a la imaginada por Mary Shelley. Por ello, nos centraremos, en primer lugar, en la novela corta Las novias inmóviles (1994), una de las más arriesgadas en lo gótico de la escritora y cuyos personajes están influenciados directamente por los que cobraron vida en Frankenstein o El moderno Prometeo. No importa que el “monstruo” posea aquí una belleza extraordinaria, porque no pierde su condición de tal. Ha sido creado gracias a los conocimientos científicos de su “progenitor”, un sabio loco con reminiscencias también del cine clásico. Si bien Las novias inmóviles es clásica en su goticismo, ya están en ella algunos de los rasgos que encontraremos en obras posteriores de Pedraza y que se compendiarán en su última novela, El amante germano (2018). Y es en esta donde vemos tanto las semejanzas como las diferencias con la narración de Mary Shelley. La mirada a la muerte de Pedraza es distante e irónica, nunca dada al lamento ni a la autocompasión; incluso hay un cierto regocijo catártico en la afición por lo macabro y lo monstruoso de la escritora española, que no existió (yo diría que no pudo existir) en la creadora británica, marcada por su edad, sus circunstancias personales, sociales e históricas. Pero es que han pasado dos siglos desde Frankenstein y toda una serie de movimientos sociales han subvertido nuestra visión del mundo, entre ellos el feminismo, incipiente a principios del siglo XIX, y, en los últimos tiempos, el pensamiento queer. Además, en El amante germano, la criatura es sobre todo un muñeco erótico, como el que han soñado tantas veces los autores varones desde su imaginario patriarcal, y el amor romántico se muestra como una falacia que lleva a la autodestrucción. Sus personajes repiten, eso sí, la obstinación humana por emular a sus divinidades creando vida. Divinidades, por otro lado, paganas, muy diferentes a las que dominaban el mundo de Shelley. Aunque Pedraza, al presentarnos sus monstruos, nos habla de la soledad y del desamparo de esas criaturas distintas, estigmatizadas por su otredad, la reivindicación que hace de ellas va mucho más allá de la que pudo imaginar Mary Shelley. Junto con esto, la española reivindica la maldad de ciertos personajes femeninos, asociados a la brujería y lo demoníaco, y evoluciona en sus historias hacia una vitalidad y un goce de los sentidos que no resulta en absoluto incompatible con su pasión por la muerte. Un análisis comparativo, pues, entre Frankenstein o el moderno Prometeo y las dos novelas de Pedraza resulta muy enriquecedor cuando comprobamos cómo la reivindicación del monstruo dota a esta figura literaria de un potencial profundamente subversivo y transgresor.


1993 ◽  
Vol 3 (1) ◽  
pp. 103-115
Author(s):  
César De Vicente Hernando

Una cita de El paraíso perdido de Milton abre la obra de la escritora inglesa Mary Wollstonecraft Shelley Frankenstein (1818). lnglaterra prácticamente convertida en la primera potencia comercio-industrial en los incios de lo que se define como la "Revolución Industrial", traerá, como es sabido, ala escena social un modo de producción radicalmente distinto alde siglos pasados y, sobre todo, la construcción social de categorías nuevas y una quiebra-fractura en las mentalidades. En un pró1ogo para su novela, Mary Shelley explicaba qué cosa era su Frankenstein (lo que constituye la base de lo que malamente se ha llamado "gothic Tale"): Una historia que hablase a los miedos misterisos de nuestra naturaleza y despertase un horror estremecedor; una historia que hiciese· mirar en torno suyo al lector amedentrado, le helase la sangre y le acelerase los latidos. del corazón.


Author(s):  
Ted Geier

Shows the robust nonhuman concern in Romantic works through new readings of Mary Shelley, Burns, Wordsworth, Clare, and Coleridge. The chapter traces these themes and forms of threatened, abject life as an expansive multispecies community of suffering. These works interrogate the weakness of expressive forms, performing the very captivity they lament. Wordsworth’s poem on the Bartholomew Fair is a fulcrum to the London studies in the book. These forms of expression are then examined in Dickens’s narratology and the narrator-object Esther in Bleak House.


2019 ◽  
Vol 35 (3) ◽  
pp. 327-351
Author(s):  
Omar Velasco Herrera

Durante la primera mitad del siglo xix, las necesidades presupuestales del erario mexicano obligaron al gobierno a recurrir al endeudamiento y al arrendamiento de algunas de las casas de moneda más importantes del país. Este artículo examina las condiciones políticas y económicas que hicieron posible el relevo del capital británico por el estadounidense—en estricto sentido, californiano—como arrendatario de la Casa de Moneda de México en 1857. Asimismo, explora el desarrollo empresarial de Juan Temple para explicar la coyuntura política que hizo posible su llegada, y la de sus descendientes, a la administración de la ceca de la capital mexicana. During the first half of the nineteenth century, the budgetary needs of the Mexican treasury forced the government to resort to borrowing and leasing some of the most important mints in the country. This article examines the political and economic conditions that allowed for the replacement of British capital by United States capital—specifically, Californian—as the lessee of the Mexican National Mint in 1857. It also explores the development of Juan Temple’s entrepreneurship to explain the political circumstances that facilitated his admission, and that of his descendants, into the administration of the National Mint in Mexico City.


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