TRASTORNO POR CONSUMO DE SUSTANCIAS EN PACIENTES CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL INGRESADOS EN UNIDADES DE HOSPITALIZACIÓN DE PSIQUIATRÍA. A propósito de un caso
Objetivos Ilustrar la relevancia del trastornos por uso de sustancias (TUS) en pacientes con discapacidad intelectual (DI) como factor de riesgo en el desarrollo de psicosis y como factores pronósticos en la evolución. Método: Caso clínico Varón, 24 años. Antecedentes Salud Mental: múltiples ingresos en Unidad de Hospitalización con diagnóstico de Esquizofrenia, DI Moderada y TUS (tabaco, cannabis y cocaína) de inicio en la adolescencia. Tratamiento farmacológico: Clozapina 300 mg/día, Topiramato 100 mg/día y Clonazepam 1 mg/día. Acudió recientemente a Comunidad Terapéutica de Deshabituación, con abandono voluntario de forma casi inmediata y recaída en el consumo de cannabis y cocaína. Consulta traído por familiares por ideación delirante de perjuicio y alteraciones conductuales reagudizadas tras recaída en consumo de cannabis. Exploración psicopatológica: limitaciones intelectuales. Discurso escasamente elaborado con ideas delirantes de envenenamiento y paranoides poco sistematizadas, con gran repercusión afectiva y conductual (episodios de fuga del domicilio y heteroagresividad). Autorreferencialidad. Niega alteraciones sensoperceptivas. Juicio de realidad alterado. Insomnio. Resto sin alteraciones reseñables. Se indica ingreso hospitalario para contención y compensación psicopatológica. Conclusiones Existen estudios en pacientes con DI que reflejan que las principales características de los pacientes que ingresan son: varones, jóvenes, con psicosis. Los trastornos psicóticos son el principal motivo de ingreso de estos pacientes, siendo el consumo de cannabis un factor de riesgo descrito para estos trastornos. La prevalencia de consumo de sustancias entre estos pacientes es variable y se requieren más estudios, pero parece existir concordancia en que, en pacientes con DI ingresados, el trastorno por consumo más frecuente es el de tabaco, seguido por el cannabis y en tercer lugar por el alcohol. El trastorno por consumo de sustancias actúa como un factor de mal pronóstico, objetivándose mayor número de ingresos entre los pacientes consumidores, así como una correlación positiva entre policonsumo y número de ingresos.