Hoy por hoy, somos testigos de cómo en los últimos seis meses desde que el COVID 19 llegó a nuestro país, lo ha transformado todo, desde estilos de vida de miles de peruanos hasta estilos de gobernabilidad, trayendo miedo, hermetismo, desolación y muertes, para unos más que para otros, y es que es inevitables el cambio; es un virus que ha llegado para quedarse en el mundo y si todavía existe algún lugar en donde no esté, pronto lo estará. La humanidad ha puesto sus esperanzas en los investigadores para que puedan estudiarlo, analizarlo y vencerlo con la creación de la vacuna que nos liberará de toda esta crisis generada; crisis de salud, crisis social, crisis empresarial, crisis económica, crisis mundial que ha estancado el desarrollo de las naciones y siempre aparece la pregunta ¿cuándo llegará la salvación? aun sabiendo que la ciencia requiere un tiempo prudencial para probar sus descubrimientos, aun cuando en el camino van apareciendo alternativas sin respaldo científico a las que se aferran las personas, aun así, debemos esperar.Las medidas de los gobiernos parecen desalentadoras cuando en lugar de levantar restricciones, estas se incrementan y es, entonces, que decimos ¿qué paso con las disposiciones establecidas? ¿es que no dieron resultado? ¿se equivocó el gobierno? Seamos realistas, la generalidad del peruano lo coloca en una posición media; no hay costumbre de acatar instrucciones, se vive en un país en donde no se cumplen las normas, no se cumplen las leyes, no se cumplen las disposiciones, un país al que le encanta evadirlo todo, pareciera que se ha grabado en nuestro cerebro la creencia de que “…si lo hago YO, no pasará nada…”, afortunadamente, no somos todos pero ¡Basta ya!. Cuando empecemos a ser responsables con nosotros mismos y con los que nos rodean es que dejaremos de ser vulnerables y realmente estaremos a salvo.Ya han muerto suficientes peruanos como para no darnos cuenta de que todo cuidado preventivo debe ser extremo, que si queremos reactivar la economía debemos exigirnos, a nosotros mismos y a nuestros empleadores, extremas normas de seguridad e higiene; si queremos cuidar de nuestra salud hay que mantener un organismo fortalecido con alimentos saludables, si queremos cuidar de nuestro entorno tenemos que ayudar y enseñar cómo cuidarlo, es nuestra responsabilidad, es tarea de todos, de lo contrario, crecerá y se reactivará otro virus tan letal como el Covid 19 y, me temo, que juntos terminarán con nuestra sociedad y es el virus de la dejadez y la desidia que produce sociedades más vulnerables, unas más que otras, este virus nos pone en riesgo mortal frente a todo contagio. En plena pandemia se venden aun en las calles comida de dudosa procedencia que se saborea con agrado. Se restringe sin lógica alguna el paso de insumos y productos que pueden protegernos. Por todos los medios de comunicación se difunden las medidas que debemos cumplir para protegernos, SÍGALAS … porque este virus ha venido para quedarse.