“Pensamiento histórico y competencias sociales y cívicas en Ciencias Sociales” es un volumen que, según sus editores (Verdú, Guerrero y Villa, 2018), recoge diversos trabajos en los que distintas propuestas metodológicas y didácticas, revisiones documentales y trabajos sobre las concepciones de los agentes implicados en la educación tratan de arrojar algo de luz en el complejo tema de la unión de la enseñanza de la Historia y el desarrollo de distintas competencias: por un lado, esa gran competencia ligada a la disciplina como es el pensamiento histórico y, por otro lado, pero relacionado a lo anterior, el desarrollo de las competencias sociales y cívicas que ayuden en la formación ciudadana de los estudiantes en las distinta etapas educativas. (p. 9). Teniendo en cuenta que las sociedades actuales están formadas por grupos sociales y culturales diversos los cuales, además, están conectados con el resto del mundo a través de la red, existe una gran demanda, a nivel social, político y educativo, de que los futuros ciudadanos se desarrollen en su plenitud para formar parte activa de la sociedad, lo que pasa porque las personas puedan adquirir, durante su periplo como estudiantes, no solo conocimientos teóricos sino que también adquieran saberes referentes al cómo ser y, sobre todo, al cómo hacer. Y es aquí donde aparecen las competencias sociales y cívicas, así como las competencias históricas, ya que no podemos entender la actualidad si no entendemos cómo hemos llegado aquí, desde un punto de vista crítico. El presente volumen está estructurado en cuatro grandes bloques: el primero de ellos está destinado a trabajos que tratan de aportar un punto de partida, o sea, el estado de la cuestión, incluyendo investigaciones sobre cómo se trabajan las competencias y las ciencias sociales en los textos legales o los manuales y planes de estudio, así como lo que implican diferentes tipos de educación (educación glocalizada, coeducación, modelos temáticos-diacrónicos…) para un trabajo competencial desde las ciencias sociales. El segundo de los bloques se ha destinado a propuestas en las que los autores pretenden mostrar las concepciones que tienen tanto docentes como estudiantes de distintas etapas educativas sobre la Historia, su enseñanza o su evaluación. La tercera parte de este libro integra diversas propuestas didácticas aún no aplicadas, que deberían servir para el desarrollo de las competencias históricas, sociales y cívicas, a través de distintas metodologías como la indagación, la simulación, la unión con las ciencias experimentales o el uso de recursos como la arqueología o el manga. Por último, el cuarto gran apartado recoge textos en los que los investigadores participantes de este volumen reflejan los resultados obtenidos al aplicar diferentes propuestas didácticas en las aulas, a través de metodologías variadas que ayudan al alumnado a desarrollar un pensamiento histórico y crítico, y las competencias sociales y cívicas. Dichos trabajos están fundamentandos en el uso de métodos como la dramatización, el vivenciar el pasado a través de salidas escolares o el uso del juego, o de recursos como la prensa o los árboles genealógicos.