scholarly journals Biopolítica en estado puro

post(s) ◽  
2015 ◽  
Vol 1 ◽  
Author(s):  
Carlos Echeverría ◽  
Anamaría Garzón

Breathless from the strained vigilance, breathless from the oppressiveness of the stuffy night-air… Hermann Broch, The Death of VirgilHay distancia en la obra de Carlos Echeverría Kossak. Cierta reserva, cierto cinismo que le permite apartarse de una parte de la cotidianidad y verla de lejos. Sin asumir compromisos, mantiene abierta la posibilidad de fragmentar estructuras y, desde la contemporaneidad, se acerca a aquello que Peter Sloterdijk encuentra en la modernidad estética: «Un procedimiento en el cual no se aplica fuerza sobre personas o cosas, sino sobre relaciones culturales inexplicadas» (2009: 79).En esta serie que Echeverría Kossak preparó para la primera edición de post(s), esas relaciones inexplicadas provienen de sistemas de ordenamiento y control, de aparatos burocráticos donde el individuo no existe. Lo que existe es la multitud que, como los obreros de Metrópolis de Fritz Lang, marcha abocada día tras día a cumplir una serie de labores que mantienen al sistema en pie; a cualquier sistema. Echeverría Kossak no apunta hacia ningún régimen específico, pues todos funcionan con los mismos fundamentos y a cambio otorgan la posibilidad de satisfacer los apetitos sexuales, las hambres de poder, las ansias de escalar socialmente. Otorgan breves escapes, regulan y dosifican el placer, atentos siempre al cumplimiento de las normas del buen comportamiento. Biopolítica en estado puro.El espacio que el artista crea representa esa estructura con una colección de figuras fetiche —modelos del canon clásico, edificaciones poderosas, armamento de guerra— que tejen una narrativa cuyos símbolos parecen venir de un sistema orwelliano, en el cual 1984 no es un libro de ficción, sino un manual de estilo.En esta serie, Echeverría Kossak deja por un momento la pintura y experimenta con el collage. Sobre el papel blanco, levanta leves volúmenes de otras tonalidades de blanco para crear la sensación de planos espaciales; pega edificaciones, objetos y personajes cortados con delicadeza, dibuja conexiones. Construye escenas con imágenes tomadas de esa despensa infinita que es Internet, y, con el gusto de un coleccionista que sabe que algún día servirán para algo, las guarda en carpetas.Estos collages y la narrativa que los une se apegan a una reflexión que Jacques Ranciere hace a propósito de la estética como política: «Estas microsituaciones, apenas distinguibles de aquellas de la vida cotidiana y presentadas de un modo más irónico y lúdico que crítico y denunciante, apuntan a crear o recrear lazos entre los individuos, a suscitar modos de confrontación y de participación nuevos» (2004: 28). Así, con una mirada que se distancia del poder para no perder la consciencia crítica, esta serie abre un horizonte disidente. post(s).

Author(s):  
Eduardo Galak

Se interpelan las tensiones en las distancias entre sentidos estéticos y discursos políticos a partir de analizar las revoluciones técnicas y estéticas que se produjeron en la cinematografía de la década de 1920. Para ello se analizan tres largometrajes: Metrópolis, de Fritz Lang (1927), Berlín. Sinfonía de una ciudad, de Walter Ruttmann (1927) y El hombre de la cámara, de Dziga Vértov (1929). En ellos la ciudad se presenta como escenario donde los cuerpos se mueven, narrado por un conjunto de imágenes cuyo montaje se proyecta como el compás armónico de un régimen estético-político de la imagen-movimiento. En el hiato entre educar con la mirada y educar la mirada se trasluce la distancia entre lo que Jacques Rancière denomina como la «estética de la política» y la «política de la estética». Lo cual, confrontándolo con Walter Benjamin, posibilita observar las distancias entre imágenes, entre técnicas, entre originalidades y reproducciones, entre la estética y la política.AbstractThe aim is to analyze the distances between aesthetic senses and political speeches by technical and aesthetical cinematography revolutions happened in the 1920s. This is observed at three feature films: Metropolis (Fritz Lang, 1927), Berlin. Symphony of a Metropolis (Walter Ruttmann, 1927) and The Man with a Movie Camera (Dziga Vértov, 1929). At those films the city is exhibited as a scenario where bodies are moving, narrated by a set of images whose assembly is projected as the harmonic compass of an aesthetic-political regime of the image-movement. In the hiatus between educating with the gaze and educating the gaze itself, the distance between what Jacques Rancière called as the «aesthetics of politics» and the «politics of aesthetics» is studied. Confronting this with Walter Benjamin’s theory, it is possible to observe the distances between images, between techniques, between originality and reproduction and between aesthetics and politics.


Author(s):  
Leander Scholz

Der Aufsatz geht der These nach, daß die Fundierung der politischen Theorie in einer ästhetischen Theorie bei Jacques Rancière eine Aktualisierung der Losung der Brüderlichkeit aus der Französischen Revolution darstellt. Diese Aktualisierung der Brüderlichkeit als »ästhetische Gemeinschaft« erlaubt es Rancière, an den Klassenbegriff von Marx anzuschließen, ohne die damit verbundene Gemeinschaftserfahrung begrifflich bestimmen und damit an positive Merkmale binden zu müssen. Weil Rancière seine Demokratietheorie vor allem als eine Interventionstheorie angelegt hat, soll die »ästhetische Gemeinschaft« im Unterschied zum Klassenbegriff es ermöglichen, eine prinzipiell unabgeschlossene Reihe von politischen Subjektivierungsprozessen zu denken. Um diese These zu schärfen, wird Rancières Demokratietheorie mit der von Jacques Derrida verglichen, der auf ganz ähnliche Weise das Demokratische der Demokratie in einem Streit gegeben sieht, der jenseits von demokratischen Spielregeln stattfindet, die Losung der Brüderlichkeit jedoch für überaus problematisch hält.<br><br>This article argues that the foundation of political theory in aesthetics by Jacques Rancière can be seen as an actualization of the slogan of fraternalism during the French Revolution. This actualization of fraternalism as »aesthetic community« gives Rancière the possibility to operate with the Marxian concept of classes without positively defining the experience of community. Because Rancière understands democracy as the chance for political intervention, the concept of an »aesthetic community« (as opposed to the traditional concept of classes) allows him to posit an endless process of political subjectification. To sharpen this argument, the article compares Rancière’s understanding of democracy to Jacques Derrida’s, who also focuses on a democratic struggle beyond democratic rules, but is very skeptical about the slogan of fraternalism.


2015 ◽  
Vol 15 (24) ◽  
pp. 23
Author(s):  
Chirsty Beatriz Najarro Guzmán

http://dx.doi.org/10.5007/1984-784X.2015v15n24p23Entre a realidade e sua representação imagética, intervém a subjetividade de quem capta essa realidade, cujas condições intelectuais, sociais e culturais se articulam para a configuração analógica e dessemelhante do rosto imagético, conforme as considerações de Jacques Rancière sobre a natureza das imagens. Nesse sentido, não só se contesta a existência de um discurso único sobre um evento histórico, mas também a univocidade de tal evento. Levando isso em consideração, o documentário 1932: cicatriz en la memoria (2005), dirigido por Carlos Hernríquez Consalvi, para o Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) de El Salvador, apresenta uma narrativa que compreende o levante popular e etnocídio cultural de 1932, como a semente do Partido Comunista (PC) salvadorenho, ao mesmo tempo em que na entrelinha se tece uma contra-narrativa, cuja linha de pensamento vai no sentido contrário, colocando o indígena como protagonista, contestando o discurso oficial sobre os eventos.


SubStance ◽  
2004 ◽  
Vol 33 (1) ◽  
pp. 108
Author(s):  
Michele Garneau ◽  
James Cisneros

Ícone ◽  
2018 ◽  
Vol 16 (2) ◽  
pp. 210-224
Author(s):  
Marina Feldhues

Este trabalho procura refletir sobre se é possível pensar sobre a realidade do mundo, procurar compreender a realidade, por meio da fotografia. Para tanto, parte das proposições levantadas por Susan Sontag sobre o assunto. Na sequência, faz uma revisão teórica das proposições de Sontag à luz das reflexões trazidas por Jacques Rancière sobre imagem, operações de arte e montagem; Walter Benjamin sobre o ato de narrar; Gerry Badger e László Moholy-Nagy sobre narrar como fotos; e Gilles Deleuze sobre o pensamento como experiência.  Por último, procuramos analisar, com base nas reflexões trazidas pelos autores mencionados, como as operações artísticas da instalação Truth Study Center de Wolfgang Tillmans, contribuem para refletirmos sobre a experiência de pensar a realidade do mundo a partir de fotografias.


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