La investigación científica se refiere a un proceso sistemático para obtener respuestas a preguntas que respondan a la posibilidad de generar conocimiento riguroso sobre la diversidad de hechos, fenómenos y objetos que rodean al mundo.
Gracias a la investigación científica la sociedad ha avanzado en el entendimiento del mundo y a mejorar la calidad de vida. De hecho, los avances científicos han permitido entre otros aspectos la constitución de importantes teorías científicas universales, la curación de enfermedades, la construcción de aportes tecnológicos, la comprensión de la naturaleza, entre otros. Por ello, no debe extrañar que la investigación constituya un componente fundamental en la formación profesional en casi todas las universidades del mundo.
Es así como la Investigación, conjuntamente con la Vinculación y la Docencia, representa una de las principales funciones misionales de las Instituciones de Educación Superior, siendo que significa el espacio para la generación del conocimiento mediante de la investigación científica, tanto de sus docentes como estudiantes durante el proceso de formación. En los estudiantes, la formación en y para la investigación se traduce en el desarrollo de competencias investigativas.
Tal y como afirman Aldas et.al (2014),la constante globalización y trasformación pedagógica, demanda a las instituciones de educación superior, formar individuos competentes para la sociedad, es decir preparar a un profesional más efectivo y seguro de sí mismo, con apropiación de saberes; el saber, (conocimientos diversos), el saber hacer (habilidades, hábitos, destrezas y capacidades) y saber ser (valores y actitudes), además, convivir en sociedad, tomar decisiones, resolver problemas, e investigar.
De acuerdo a lo expresado por Gallardo (2003), la competencia investigativa es una configuración construida y desarrollada por los investigadores en su contexto y ejercicio profesional. Incluye la solución de problemas del entorno donde muestra suficientes habilidades en el arte de investigar, a través de la cual logra incorporar lo nuevo que permitirá transformar la realidad, para ello utiliza la tecnología; además comunica y dirige el proceso hacia la obtención de resultados de significativo impacto económico, científico, social y/o medio ambiental.
En este sentido, no hay mejor forma que aprender a investigar que “investigando”. De modo que el desarrollo de competencias investigativas en la formación de los estudiantes universitarios, según el diseño curricular de la institución puede darse a través de cursos obligativos u optativo de metodología de la investigación, mediante la cual realizan prácticas de abordaje de problemáticas científicas vinculadas a la especialidad de su formación.
La experiencia de aprendizaje práctico de investigación por lo general es reflejada en un producto o texto académico, que es presentado como objeto de evaluación, pero pocas veces es divulgado o compartido, dado que se asume que este tipo de trabajos “no tienen suficiente nivel”. Sin embargo, consideramos que la experiencia de aprendizaje de la investigación debe mantener la rigurosidad científica del proceso metodológico en sí mismo, pero también de comunicar los resultados generados, dado que el conocimiento científico que no se comparte no existe.
Esta inquietud es el motor que impulsa a la Revista Nacional Científica Estudiantil UPEL IPB, (ReNaCientE), la cual nace como órgano de divulgación científica, multidisciplinaria, arbitrada y auspiciada por la Dirección del referido Instituto a través de la Unidad de Publicaciones, conjuntamente con la Subdirección de Investigación y Posgrado, a través de la Coordinación de Promoción y Difusión de la Investigación, destinada a difundir a la comunidad científica regional, nacional e internacional los resultados de las investigaciones realizadas por estudiantes de pregrado (en formación de carrera universitaria) de las Universidades Autónomas, Experimentales, Privadas y los Colegios Universitarios e Institutos Tecnológicos de Venezuela y de otras latitudes.
La periodicidad de la revista es anual, por lo que nos sentimos gratamente complacidos al presentar este segundo número conformado por cinco (5) artículos internacionales de Venezuela, Ecuador y Perú, realizados por estudiantes de distintas casas de estudios, y algunos de los cuales cuentan con la presencia de un docente investigador responsable.
De este modo, la bachiller Irma Aguilar de la Especialidad de Ciencias Sociales en UPEL IPB en Venezuela, nos presenta una investigación cualitativa, titulada VALORES Y CREENCIAS DEL HACER DOCENTE ESCOLAR EN TIEMPOS DE CRISIS. Seguidamente, los bachilleres Isaac González, Edgar Lema y Carlos Yangol juntamente con la docente la Dra. Carmen Varguillas de la Universidad Nacional de Chimborazo en Ecuador, perteneciente al Semillero de Trasposición Investigativa, exponen su investigación cuantitativa NIVEL DE AFECTIVIDAD HACIA LA MATEMÁTICA Procedente de este mismo semillero, los bachilleres Catty Maritza Auqui Sislema , María Belén Chafla Tixi, Mayita Pakaric Chisaguano Conterón, José Luis Haro Mariño José Luis y Jimena Alexandra Montoya LLuco nos presentan su trabajo de investigación titulado EL APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS A BASE DE LOS ERRORES ALGEBRAICOS.
Siguiendo con los trabajos tipo ensayo los bachilleres estudiantes de la carrera profesional de Ciencias Histórico Sociales y Geográficos – Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco, en Perú : Gabriela Gonzales , Marcos Ortega , Mariana Vega y Miguel Mendoza reflexionan sobre EL IMPACTO DE LA COVID 19 EN EL PERÚ EN LOS SECTORES DE EDUCACIÓN, ECONOMÍA Y SALUD. Igualmente, de la misma casa de estudios universitarios se muestra otro ensayo donde se diserta sobre LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL Y SU INFLUENCIA EN LA SALUD en la autoría de los bachilleres: Manuel F. Juliño, Franklin Ocaña y Jefferson E. Concha. Y finalmente se presenta otro ensayo argumentativo con la temática de LA POBREZA DEL PERU EN TIEMPO DE PANDEMIA DEL COVID – 19, elaborado por Noelina Gómez, Christian Fretel y Yeferson Melchor.
Nos sentimos muy honrados y agradecidos con los estudiantes y docentes que han confiado en ReNaCientE UPEL IPB, para compartir sus saberes y experiencias investigativas, y esperamos que los temas presentados en el presente número sirvan de utilidad a los contextos universitarios desde se originó en conocimiento aquí compartido, así como a la sociedad en general.
El equipo editorial les extiende la más cordial invitación a nuevos estudiantes y docentes de las distintas casas de estudios latinoamericanas para que desde ya, se sientan motivados enviar sus trabajos para nuestro siguiente tercer número en el año 2022.