scholarly journals PROSODIA RÍTMICA DE VOCALES CONTIGUAS EN INTERIOR DE PALABRA

Author(s):  
José Domínguez Caparrós

El estudio de la prosodia rítmica de las vocales contiguas en interior de palabra se centra en el caso más ambiguo: i, u átonas seguidas de a, e, o, i, u tónicas. Se comenta el variado cuadro terminológico y conceptual de los principales prosodistas referido al asunto (Bello, Benot, Robles Dégano, Tomás Navarro Tomás) y se analizan los ejemplos de las palabras cruel, fi el, suave, ruido, ruina en algunas obras de Fray Luis de León, Fernando de Herrera, Luis de Góngora, José de Espronceda, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, y en las poesías de Garcilaso de la Vega.

2017 ◽  
Vol 46 ◽  
pp. 13-16
Author(s):  
Darío Villanueva

Celebrado también los centenarios de sus muertes: Miguel de Cervantes y el Inca Garcilaso de la Vega. Todos ellos vienen a conformar la República universal de las Letras, junto al otro homenajeado en el año 2016, William Shakespeare. Más es hoy la figura de Darío de la que se parte y a la que se llega para reflexionar en torno a las literaturas en lengua española


Author(s):  
Alicia Silvestre Miralles

No existe traducción sin lectura, y lectura crítica. Precisamente en Mendes Vianna, la vis de traductor y fiel lector tiñe al estilo: percibimos ecos e intertextualidades del Siglo de Oro español y del Romanticismo inglés, en sonetos de redondez quevediana, y musicalidad acompasada, en la sonoridad de vocablos rescatados a las mareas del tiempo y la incultura. Su Albatros nos trae a la memoria aquel otro albatros de la Balada del Anciano Marinero, The Rime of the Ancient Mariner (1798) de Samuel Coleridge. Ansia de eternidad, reflexión comedida sobre amor y muerte, se ensamblan con la naturaleza, que acompaña los retablos-poemas como más que paisaje, con inquietante belleza. Juegan entre versos aves leves y certidumbres pesadas, sin colisión. Hay aves menores, (mochuelos) y mayores (buitres, urubúes), como si el poeta contemplase desde lo alto el panorama, brindando una posición de abstracción y penetración sensitiva. Predomina en sus cuadros-poemas la tonalidad azul, no como el de Rubén Darío, sino de Da Vinci, una vaga y misteriosa neblina que todo lo permea. Hay, en fin, humanidad a manos llenas y poesía en estado puro. Nuestra traducción trata de ajustarse a la musicalidad manteniendo el caudal de fondo en una forma consabidamente no traducible. A veces hemos optado con riesgo por una inversión del orden de palabras, o por la adición de un término inexistente para preservar un ritmo hondamente marcado en el original. Siempre ha sido prioridad intentar no mancillar el alma del poema, su eje y su mensaje, su partitura. Rastrear la rosa en la poesía sería infinito: Vinícius de Morães (O Poeta e a Rosa), Sor Juana Inés de la Cruz, (Poema a una rosa), Pablo Neruda (Oda a la rosa), Garcilaso de la Vega (En tanto que de rosa y azucena), Unamuno (La luna y la rosa), Alberti (El testamento de la rosa), Emilio Prados (Rosa interior), José Martí (Cultivo una rosa blanca) y Vicente Huidobro (Arte poética) que decía: Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!/ hacedla florecer en el poema. Es esta flor rara, rosa celeste o azul, la que florece en A Rosa Anfractuosa. La selección presentada persigue ofrecer un sesgo de su poesía más íntimamente humana, su mística cotidiana, su amor por la palabra y su fascinación por los eventos celestiales. Es nuestro deseo que este ramillete encienda la curiosidad e impulse a conocer más a este poeta del mar y de la rosa, hechos uno en el misterio del corazón, para por fin decir con Silesius: La rosa es sin por qué, florece porque florece, que según Borges definía lo que es poesía.


Revista Trace ◽  
2019 ◽  
pp. 214
Author(s):  
David Lorente Fernández

Una palabra aromática es claramente una sinestesia –fusión sonora y olfativa– pero también una apreciación perspectivista. Una palabra fragante que, en lugar de escucharse, se percibe por el olfato, implica de alguna manera un punto de vista diferente del ordinario: alguien para quien los rezos resultan aromáticos. El hecho de que una sinestesia sea el título de un libro de cantos podría llevarnos a pensar en una bella figura retórica como las empleadas por la lírica occidental (como en el simbolismo de Rubén Darío y sus “dulces azules” o los “melodiosos oros” de Juan Ramón Jiménez). Pero la obra de Pitarch nos interpela con la pregunta: ¿Y si la poesía del lenguaje fuese estrictamente “real”? ¿Es el “lenguaje poético” un modo de captar y vivir la realidad en otras coordenadas humanas? Más allá de placer estético o juego formal, como en Occidente, ¿sería el arte poético un reflejo de la realidad-real –colectiva, ceremonial o cotidiana– para alguna cultura? A diferencia de la lírica de tradición europea, la poesía “cantada” tzeltal no es metafórica, ni esteticista, ni simbolista, sino pragmática: es utilitaria y tiene una finalidad prosaica consistente en recuperar la salud del paciente durante las sesiones chamánicas. Estamos ante una reflexión acerca del estatus ontológico de la poesía.


2017 ◽  
Vol 46 ◽  
pp. 183-193
Author(s):  
Jorge Eduardo Arellano

El título que otorga Juan Ramón Jiménez a Rubén Darío de “españolista mayor” se constata a través de las palabras del poeta nicaragüense, que en prosa y en verso se considera como tal, así como en la recepción de su obra en España y su proyección en otros autores, frente a Martí cuyo paso por la península, en diferentes circunstancias, apenas si deja huella


2017 ◽  
Vol 45 ◽  
pp. 213-230
Author(s):  
Alfonso García Morales

El retrato literario “Rubén Darío (1940)” que Juan Ramón Jiménez publicó ese año en Letras de México y que incluyó en Españoles de tres mundos (1942), es posiblemente el texto más significativo de los muchos que a lo largo de su vida dedicó a Darío, de quien se consideraba discípulo y heredero. No en vano Juan Ramón también pensó en situarlo en un privilegiado primer lugar dentro de su proyecto inacabado Mi Rubén Darío. El presente artículo reconstruye e interpreta la génesis, evolución y significado de la imagen central del retrato: la de un “Darío marino”, que aparece ya en el primer texto juanramoniano sobre Darío, de 1903, y que persiste, a través de distintas variaciones, durante más de cuarenta años. Además, se dilucidan las sorprendentes relaciones que esta imagen literaria presenta con la iconografía dariana.


Books Abroad ◽  
1959 ◽  
Vol 33 (1) ◽  
pp. 100
Author(s):  
Daniel S. Keller ◽  
Rubén Darío ◽  
Juan Ramón Jiménez ◽  
Donald F. Fogelquist

2007 ◽  
Vol 55 (2) ◽  
pp. 459-470
Author(s):  
Antonio Martín Infante

En 1904, gracias a una reseña sobre el libro de Juan Ramón Jiménez, Arias tristes (1903), el pope del modernismo hispánico, Rubén Darío, popularizó el tópico de la "tristreza andaluza". Era una forma de definir el tono de la literatura de los escritores modernistas del sur de España. Sin embargo, la actitud de Darío no fue de promoción, sino más bien de constatación de una realidad literaria que ya se había ido gestando en los últimos años del siglo XIX. Describir someramente la gestación de esa realidad es el objetivo del presente artículo.


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