Entre el conjunto de los parámetros que miden la calidad de los sistemas educativos, se encuentra la evaluación, el elemento curricular que lo abarca todo, convirtiéndose en la pieza clave del dispositivo pedagógico (Sanmartí y Jorba, 1993). En estos momentos, la educación, y con ella la evaluación educativa, se encuentra inmersa en un proceso de transformación hacia un nuevo paradigma de la educación basado en competencias (EBC). Un modelo que asigna a la escuela una nueva función, dirigida a formar ciudadanos competentes, preparados para resolver problemas en situaciones reales, con capacidad de aprender a lo largo de toda la vida.
El panorama de la educación española, medido en porcentaje de fracaso escolar, requiere que se adopten medidas urgentes al respecto. Y, aunque tocar la evaluación educativa siempre es un tema de controversia por las consecuencias implícitas, tanto sociales como económicas, muchas investigaciones (Tonda y Medina, 2013) confluyen en que, solo tocando la evaluación desde el nivel micro del sistema, puede modificarse el currículo y, para ello, se necesita una transformación en la mentalidad docente.
Y mientras los docentes se resisten a dejar sus metodologías tradicionales, una alerta sanitaria mundial paraliza sus actuaciones, haciéndoles dudar de su modelo educativo. El nuevo panorama de la educación basado en competencias (De la Orden, 2011) encuentra su oportunidad abriéndose paso entre las enseñanzas tradicionales basadas en la evaluación de objetivos educacionales y apostando por la evaluación competencial.
En ese contexto se desarrolla la tercera fase de esta investigación (Tonda, 2012), que culmina con la implementación de un modelo de evaluación competencial en un centro educativo de Algeciras (Cádiz), el colegio Los Pinos, en sus etapas desde Infantil a Secundaria.
Reinventar la evaluación, utilizando la adversidad como una oportunidad para crecer y transformarse, a través de la formación de grupos colaborativos de docentes que trabajan la investigación-acción. Utilizando estrategias formativas basadas en la elaboración de mapas evaluativos competenciales y en la reflexión vertical para encontrar la escalera de contenidos más ajustada que permita conseguir el desarrollo competencial pleno del alumnado.
Educational assessment, the key piece of the pedagogical device (Sanmartí y Jorba, 1993), along with the rest of the parameters that measure the quality of education systems, is undergoing a process of transformation towards a new paradigm of education based on competences (EBC). A model that assigns a new role to schools, aimed at training competent citizens, prepared to solve problems in real-life situations, with the ability to learn throughout life.
The picture of education in Spain, measured in terms of school failure rates, requires urgent action. And, although touching on educational assessment is always a matter of controversy because of the implicit consequences, both social and economic, many studies (Tonda and Medina, 2013) agree that the curriculum can only be modified by touching on assessment at the micro level of the system and, for this to happen, a transformation in the mentality of teachers is needed.
And while teachers are reluctant to abandon their traditional methodologies, a global health alert paralyses their actions, causing them to question their educational model. The new landscape of education based on competences (Ministerial Order, 2011) finds its opportunity to break through traditional teaching based on the assessment of educational objectives and to focus on competency-based assessment.
It is in this context that the third phase of this research is developed, culminating in the implementation of a competence assessment model in an educational centre in Algeciras, in its stages from Pre-school to Secondary Education.
Reinventing evaluation, using adversity as an opportunity for growth and transformation, through the formation of collaborative groups of teachers working on research-action. Using training strategies based on the development of competency-based assessment maps and on vertical reflection to find the most appropriate content ladder to achieve the full competency development of students.