Introducción. Más de 170 municipios colombianos están invadidos por Lissachatina fulica, caracol africano que puede portar larvas de nematodos de interés en salud humana y veterinaria. Los parásitos entran al caracol huésped intermediario en el estadio de larva L1, y allí cambian a L2 y L3, formas estas capaces de infectar a vertebrados.Objetivo. Estandarizar el cultivo in vitro de las L3 portadas por especímenes de L. fulica recolectados en Santa Fe de Antioquia.Materiales y métodos. Entre julio y noviembre de 2014 se recolectaron 10 caracoles, se sacrificaron y se digirieron con ácido clorhídrico al 0,7 %. Las larvas se recuperaron mediante la técnica de Baermann; se cultivaron 36 días en los medios Schneider, mínimo esencial de Eagle modificado por Dulbecco (Dulbecco’s Modified Eagles Minimal Essential Medium, DMEM), y Roswell Park Memorial Institute (RPMI), con suero fetal bovino (SFB) al 20 % y sin este, y agua destilada con SFB al 20 %. Los medios de cultivo se cambiaron cada 36 horas. Las larvas se midieron con el microscopio utilizando reglilla ocular, y se evaluaron la supervivencia, la longitud y el ancho. Se calcularon datos estadísticos de resumen y se hicieron gráficos de cajas y bigotes, así como la prueba t de Student. El nivel de significación (p) se estableció como menor de 0,05.Resultados. El 50 % de las larvas sobrevivió, 85 % en DMEM con SFB al 20 %, el 70 % con RPMI más SFB al 20 %, el 60 % en RPMI, el 50 % en Schneider más SFB al 20 %, el 45 % en Schneider y el 40 % en DMEM. El control sobrevivió diez días. Hubo diferencias significativas entre la longitud inicial promedio de las larvas y la longitud final promedio en los medios con suplementos: inicial, 645,83 μm; final en DMEM más SFB al 20 %, 732,65 μm (p<0,001); en RPMI más SFB al 20 %, 718,79 μm (p<0,001), y en Schneider más SFB al 20 %, 696,12 μm (p<0,01). No hubo diferencias significativas entre la anchura inicial promedio, de 24,99 μm, y la final.Conclusiones. El mejor medio para cultivar las L3 de L. fulica fue el DMEM más SFB al 20 %. En la evaluación del crecimiento larval, la longitud fue más informativa que la anchura. Las larvas estudiadas no correspondieron a Angiostrongylus cantonensis, A. costaricensis ni Aelurostrongylus abstrusus.