Para este número de Análisis Político, Fabricio Chagas Bastos estudia el término inserción en su genealogía y como contribución teórica latinoamericana. Con base en un planteamiento de historia conceptual, su artículo rastrea las motivaciones de la apropiación de la inserción internacional y establece, a partir de la teoría de la Dependencia, sus particularidades como aporte latinoamericano. Raúl Bernal-Meza analiza las nociones de alianza, convergencia e insubordinación fundante. Para este autor, las ideas movilizadas por los actores de la política exterior son una entrada para aprehender el comportamiento internacional de los Estados. Así destaca la función –de asociación o disociación- de las ideas en las relaciones exteriores y la política exterior. José Briceño Ruiz reflexiona sobre el lugar de la integración regional y el regionalismo que, argumenta, están mediados por la influencia europea y el pensamiento propio. Briceño Ruíz considera que en América Latina existe un conjunto de saber y prácticas de integración regional desarrollado por políticos e intelectuales. Para demostrar esta afirmación ofrece una síntesis de los aportes teóricos de Raúl Prébisch y la Cepal para la relación entre desarrollo e integración, y de Juan Carlos Puig y Helio Jaguaribe y la autonomía, para la dimensión política de la integración.Darío Clemente presenta un artículo sobre Ruy Mauro Marini, intelectual y militante quien en sus obras analizó los regímenes militares brasileños y su política exterior. Clemente sitúa históricamente el pensamiento de Marini y estudia sus conceptos de subimperialismo, cooperación antagónica e interdependencia continental dentro de las teorías de RR.II. producidas desde América Latina. Para él, Marini también es un referente, poco conocido, de la Economía Política Internacional puesto que en sus análisis prescindía de la díada imaginada interno/externo y de la supuesta separación entre economía y política. María Cecilia Míguez investiga la idea de pluralismo ideológico según su praxis y el contexto histórico de su origen en los años 1970. Rastreando la práctica de pluralismo ideológico en Venezuela, Colombia, Perú, México, Chile y Argentina, Míguez argumenta que esta idea devino en la amalgama de una comunidad de intereses concretos a defender en el acontecer de la política mundial y frente a la hegemonía continental de Estados Unidos.Gonzalo Álvarez-Fuentes y Margarita Figueroa-Sepúlveda reflexionan sobre el desarrollo de los Estudios Internacionales en Chile teniendo en cuenta sus agentes y factores políticos nacionales. Focalizados en el RIAL, estos autores identifican el hecho de la transición de algunos de sus miembros desde la academia hacia la acción política y cómo los cambios políticos incidieron en las ideas constitutivas del desarrollo de las RR.II chilenas. De su parte, Isabel Clemente Batalla describe las RR.II. en Uruguay considerando el cambio hacia la democracia y según la arquitectura institucional, la práctica de la política exterior, la movilidad académica y las ideas. Clemente Batalla subraya el factor interdisciplinar para los contenidos de programas curriculares, la investigación y la cooperación académica.Andrés Fernández-Osorio y Helver Marín-Alvarado examinan siete bases de datos de publicaciones científicas con el fin de ubicar el lugar de las revistas sobre estudios militares y estratégicos de América Latina y el Caribe. Su estudio, además de señalar obstáculos para la visibilización de estas publicaciones en los sistemas estadísticos de medición de revistas científicas, establece que en la región los estudios estratégicos y militares generalmente están clasificados en las áreas de Ciencia Política o RR.II. Igualmente, destacan la limitada difusión del conocimiento generado por la región sobre asuntos militares y estratégicos. De su parte, Lester Cabrera Toledo traza los orígenes y el desarrollo de la geopolítica en Suramérica. Argumenta que la gestación de esta área de conocimiento estuvo vinculada tanto con el proceso de construcción del Estado como con las escuelas o academias militares y la formación de oficiales. Sugiere igualmente que el viaje de la geopolítica desde Europa hacia América del Sur se hizo a través de diplomáticos. Para Cabrera Toledo, aún existe en las universidades suramericanas cierta percepción errónea de la geopolítica como un saber castrense y limitado al Estado entendido como unidad de análisis.También incluimos en este número especial el testimonio de Socorro Ramírez —Profesora del IEPRI entre 1992 y 2009— sobre la consolidación de los Estudios Internacionales en Colombia, la presentación por Agustina Garino de un libro sobre el pensamiento de Rodolfo Stavenhagen, las enseñanzas que sugiere Jhon Bonilla deja para América Latina una obra sobre diplomacia científica, y la reseña crítica de Christian Chacón de dos libros sobre el estudio de la política exterior colombiana.A nuestro juicio, los textos aquí reunidos no solamente ofrecen nuevo conocimiento y sugestivas líneas de investigación. También contribuyen a la cimentación de una disciplina de RR.II. global y plural y, sobre todo, sugieren el enorme trabajo que queda por realizar para conocer la historia y la configuración de los Estudios Internacionales en América Latina y el Caribe.