El impacto de las complicaciones macrovasculares (enfermedad coronaria, vascular periférica y accidente cerebrovascular) es mayor en las mujeres.En población sin diabetes, el riesgo de enfermedad coronaria (EC) es 3-5 veces mayor en hombres. Pero ante la presencia de diabetes mellitus (DM), el “factor cardioprotector” de las hormonas sexuales femeninas desaparece: la DM2 aumenta el riesgo de EC 3-5 veces en las mujeres vs 1-3 veces en los hombres, y la brecha de riesgo entre hombres y mujeres desaparece. La DM1 también genera un mayor impacto en las mujeres: aumenta 44,8 veces el riesgo de EC en mujeres vs 11,8 veces en hombres de 20 a 29 años. El riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca es mayor en mujeres: 9% de exceso de riesgo en mujeres con DM2 y 47% en DM1, en comparación con los hombres. Son múltiples factores involucrados en las diferencias del impacto de la diabetesFactores biológicosLa presencia de DM2 se asocia con una distribución desfavorable de los subtipos de receptores de estrógenos propiciando la vasoconstricción y la inflamación, aumentando así el riesgo de ECV. Por otro lado, los andrógenos, que en los hombres se asocian a una mejor función celular beta y prevención de la inflamación, en las mujeres se asocian a estrés oxidativo, disfunción de la célula beta y predisposición a la DM2; este mecanismo es de particular importancia en las mujeres con obesidad y aún más con síndrome de ovario poliquístico (SOP)1.La carga de los factores de riesgo es mayor en mujeres con DM: mayores niveles de obesidad e hipertensión arterial, colesterol HDL bajo y triglicéridos elevados. En un estudio realizado por nuestro grupo ser mujer se asoció con 69% de riesgo de presentar bajo nivel de actividad física2. Además, ellas atraviesan situaciones fisiológicas como el embarazo, en las que se pueden presentar alteraciones que les confieren alto riesgo CV a largo plazo como: preeclampsia o DM gestacional y otros procesos patológicos relacionados al sexo como el SOP y menopausia prematura que también están asociados a un elevado riesgo CV3.Abordaje y tratamientoEl riesgo de complicaciones cardiovasculares en las mujeres suele ser subvalorado y en consecuencia subtratado: las mujeres con DM y EC reciben con menos frecuencia estatinas, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, aspirina y betabloqueantes. Y alcanzan el cuádruple objetivo (HbA1c, tensión arterial, colesterol LDL y ausencia de tabaquismo) con menor frecuencia: 18,6% vs 23,6%, OR 1,31 (1,26-1,36), p <0,0014. Finalmente, existe evidencia incipiente de que la protección cardiovascular que aportan los nuevos antidiabéticos es mayor en mujeres: el tratamiento con análogos del GLP1 provee una mayor reducción de eventos cardiovasculares en mujeres (HR 0,57 vs 0,82 - p de interacción: 0,02)5.Debemos tomar en cuenta estas diferencias para individualizar el abordaje y tratamiento: evaluar adecuada y precozmente el riesgo CV de las mujeres con DM o en riesgo, y realizar un manejo intensivo de la DM2 y la ECV, incluyendo los cambios en el estilo de vida y la farmacoterapia.