Teletrabajo y salud mental positiva: Un equilibrio necesario en contexto de pandemia
El teletrabajo puede describirse como una forma de organizar y ejecutar una determinada función o actividad profesional fuera de las instalaciones definidas por el empleador (habiendo de por medio un contrato de trabajo o prestación de servicios), utilizando las diferentes tecnologías de las información y la comunicación (en adelante TICs). En este sentido, se ha observado que el teletrabajo tendría implicancias positivas para los objetivos de una organización, tales como mayor productividad, menor rotación de personal, promoción de la autonomía y la ética profesional de los empleados, autoresponsabilidad, digitalización de los procesos administrativos, etc. No obstante, y en vista a la pandemia provocada por el COVID19, en el que nuestro país se encuentra viviendo una cuarentena progresiva y aislamiento social (suspensión de clases en sistema educativo, priorización del teletrabajo por sobre actividades presenciales, estado de excepción constitucional y toque de queda nacional), implementación de barreras sanitarias e incluso el cierre total de aquellas localidades y ciudades en las que se ha detectado un brote de contagios (Puerto Williams y Región del Ñuble por ejemplo), conviene preguntarse ¿de qué manera se podría armonizar la progresiva utilización del teletrabajo y la educación a distancia, en un contexto de pandemia mundial? ¿Cómo proteger la salud mental de las personas cuando enfrentan múltiples requerimientos virtuales?