Abstract
Forty-five years ago Humphrey and Parkes (1959) introduced their system of nomenclature for molts and plumages (the H-P system). They claimed that their biologically neutral terminology, independent of the bird's life cycle events, could accurately reflect homologies of molts and plumages across a wide range of avian taxa. Soon, however, several investigators reported trouble adapting the terminology to unusual sequences of molts and plumages, and others expressed doubts that it could accurately reflect true phylogenetic homologies. Howell et al. (2003) reviewed these problems and proposed a modification of the original H-P system that identifies the juvenal plumage as the first basic plumage, and any postjuvenal plumages that are not repeated in later plumage cycles as formative plumages. By doing this, they solved the problem of adapting the original H-P system to plumages of the first year of life in many species. However, they have not overcome the arguments of Stresemann (1963) and Amadon (1966) that patterns of molting and plumage are so variable, and so subject to natural selection, that there is doubt that the H-P terminology can reveal phylogenetic homologies even among closely related species. Molting and plumage sequences within a clade comprising four species of the genus Carduelis confirm that within this limited grouping, molting and plumages are highly variable, and apparent homologies are not revealed in the H-P terminology as modified by Howell et al.
La Terminología de la Muda y el Plumaje de Howell et al. (2003) Podría no Reflejar Aún las Homologías
Resumen. Hace cuarenta y cinco años, Humphrey y Parkes (1959) introdujeron su sistema de nomenclatura para la muda y el plumaje (el sistema H-P). Ellos sugirieron que su terminología biológicamente neutra, independiente de los eventos del ciclo de vida de las aves, podría reflejar con exactitud las homologías de la muda y el plumaje a través de un amplio espectro de taxa. Sin embargo, poco después varios investigadores notaron problemas al adaptar la terminología a secuencias inusuales de muda y plumajes, y otros expresaron dudas en cuanto a si podría reflejar con exactitud las verdaderas homologías filogenéticas. Howell et al. (2003) revisaron estos problemas y propusieron una modificación del sistema H-P original que identifica el plumaje juvenil como el primer plumaje básico, y cualquier plumaje post-juvenil que no se repita en ciclos posteriores del plumaje como plumaje formativo. Haciendo esto, solucionaron el problema de adaptar el sistema H-P original a plumajes del primer año de vida de muchas especies. Sin embargo, no lograron resolver las críticas de Stresemann (1963) y Amadon (1966) de que los patrones de muda y plumaje son tan variables y tan propensos a ser afectados por selección natural, que es dudoso que la terminología H-P pueda revelar homologías filogenéticas, aún entre especies estrechamente relacionadas. Las secuencias de muda y plumaje al interior de un clado formado por cuatro especies del género Carduelis confirman que dentro de este limitado grupo, la muda y el plumaje son áltamente variables y que algunas homologías aparentes no son reveladas por la terminología H-P con las modificaciones de Howell et al.