The 1942 creation of the National Astrophysical Observatory of Tonantzintla, Puebla, marked the beginning of the later establishment of modern astrophysics in Mexico. This advancement was made possible through the support given by the Harvard College Observatory to a group of young Mexican scientists who worked very hard to integrate their country into the international scientific community. Despite the efforts made by Mexican politicians and astronomers before 1940 to build scientific institutions to promote the progress of science in the country, public and private support was sporadic, fragmented, weak and directionless. What happened in the 1940s that made it possible to overcome these obstacles? According to this analysis, success can be explained as a consequence of the close interaction between Harlow Shapley and Luis E. Erro under very singular historical circumstances. Since their collaboration took place within the context of the Second World War, the influence of geopolitical affairs must be underlined. As a case study, the essay highlights the presence of social and historical factors that particularized the process of more globalized transference of modern science outside Western Europe and the United States.
El establecimiento de la astronomíía moderna en Mééxico fue una historia de desventuras. A pesar de los sucesivos esfuerzos iniciados en 1842 para erigir un observatorio nacional que promoviese el progreso de la ciencia astronóómica, el respaldo púúblico y privado fue esporáádico, fragmentario, déébil y erráático. Con la fundacióón del Observatorio Astronóómico Nacional en 1878, las condiciones para hacer estudios astronóómicos mejoraron; sin embargo, las circunstancias econóómicas, polííticas e intelectuales de la éépoca no fueron las adecuadas para que los astróónomos locales se incorporaran al vigoroso proceso de crecimiento y consolidacióón de la astrofíísica moderna. Esto cambióó apenas en 1942, con la fundacióón del Observatorio Astrofíísico de Tonantzintla. En esa oportunidad se sentaron las bases para el establecimiento de la astrofíísica en Mééxico. La construccióón de este observatorio fue posible gracias a la solidaridad del director del Observatorio de la Universidad de Harvard, Harlow Shapley, y al apoyo incondicional del gobierno de Mééxico a un grupo de jóóvenes cientííficos mexicanos, encabezado por Luis Enrique Erro, que trabajaron arduamente para actualizar la astronomíía local. Dicho proceso tuvo lugar entre 1938 y 1942, en medio de una situacióón interna muy particular de la políítica mexicana y de los problemas geopolííticos planteados por la Segunda Guerra Mundial.