El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales
<p align="justify">La publicación de la Directiva 2007/66/CE, de 11 de diciembre, del Consejo y el Parlamento Europeo por la que se modificaba la 1989/665/CEE, de 21 de diciembre, tuvo como objetivo el reforzamiento de la eficacia del sistema de recursos en materia de contratación pública. Este reforzamiento se ha traducido entre otras cosas en la suspensión del expediente de adjudicación hasta que se resuelva por el órgano competente sobre el fondo o sobre la conveniencia o no de mantener suspendido el procedimiento. Con estas modificaciones el sistema de recursos español requería o bien de la modificación del procedimiento contencioso administrativo, al menos en lo referente a la suspensión del acto recurrido, o la creación de un órgano especializado que ejerciera la competencia para resolver estos recursos. Las peculiaridades del procedimiento contencioso administrativo y la especial carga de trabajo que recae sobre los tribunales de este orden jurisdiccional, aconsejaron al legislador español hacer uso de la posibilidad contenida en la Directiva 89/665/CEE de encomendar la competencia a un órgano administrativo independiente. Este es el origen del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales y de los órganos equivalentes creados por las Comunidades Autónomas. Su regulación debe contemplar como requisito esencial el de eficacia lo cual comporta, además de su independencia, la necesidad de establecer unas pautas de resolución inexcusablemente breves. Sólo de esta forma es posible conjugar la necesidad de dar satisfacción a las pretensiones de los recurrentes cuyos recursos se estimen con la de no incidir de forma negativa en la contratación pública dilatando más allá de lo prudente la suspensión del procedimiento contractual. El artículo que sigue sobre la materia trata de dar respuesta a las pregu ntas que derivan de los planteamientos anteriores.</p> <p align="justify"><b>The publication of Directive 2007/66/EC, of 11 December, of the European Parliament and of the Council, amending Directive 1989/665/EEC, of 21 December, was aimed at improving the effectiveness of the review system concerning the award of public contracts. This improvement has, among other things, given rise to the suspension of the contract award procedure until the competent authority has adopted a decision on the issue in question or on the appropriateness of maintaining the procedure suspended. With these changes the Spanish review system needed to either modify the contentious administrative procedure, at least with regard to the suspension of the contested act, or set up a specialised body with jurisdiction to resolve these reviews. The peculiarities of the contentious-administrative procedure and the considerable workload of the courts in this jurisdiction pushed the Spanish legislator to make use of the possibility contained in Directive 89/665/EEC to confer the review procedure on an independent administrative body. This marked the birth of the Public Procurement Review Central Administrative Court and the equivalent bodies set up in the autonomous regions. Their regulatory system should place emphasis on the essential requirement of effectiveness, which, apart from independence, includes the need to establish necessarily brief resolution guidelines. This is the only possible way to balance the need to recognise the claims of appellants whose reviews are upheld with the need to avoid the negative impact on public procurement of prolonging the suspension of the public procurement procedure longer than is reasonable. The article that follows seeks to answer the questions that derive from the issues raised above.</p>