Se problematiza la configuración de las relaciones arte-biología en clave de las prácticas educativas contemporáneas, y sus nexos con la tecnología, punto concomitante en los modos de relación de las prácticas y discursos circundantes sobre la constitución de lo vivo y la vida como campo de acción de la biología, cuyo tinte histórico insta a poner en cuestión conceptos como evolución, género o especie a través del bioarte, práctica atravesada por la interdisciplinariedad, pero también, por las maneras en que circulan saberes de diversa índole, a través de escenarios de divulgación que además del laboratorio o la escuela, involucran el museo, la calle o la internet como lugares de apropiación de la cotidianidad. Las nociones de “vivo” y “vida”, se interpelan en la creación de obras de arte con las que el sujeto activa su inquietud por las condiciones que hacen posible su existencia y la de otros, toda vez que, permiten visibilizar nuevos modos de explorar, sentir y experimentar aquello que venimos siendo. Reescribir la historia de las prácticas educativas contemporáneas, implica dar una mirada a la investigación, más allá de una receta con resultados previsibles con los que se ausenta la inquietud y la sorpresa. La educación es susceptible de investigar desde diversas aristas que enriquecen su problematización al comprender que los saberes, las prácticas y los sujetos hacen parte de este gran tejido, ese camino no es univoco, se bifurca.* * *The configuration of art-biology relationships is problematized in the key of contemporary educational practices, and its links with technology, a concomitant point in the modes of relation of practices and surrounding discourses on the constitution of the living and life as a field of action of biology, whose historical tinge urges to question concepts such as evolution, gender or species through bio-art, practice crossed by interdisciplinarity, but also, by the ways in which knowledge of various kinds circulate, through scenarios of disclosure that in addition to the laboratory or school, involve the museum, the street or the internet as places of appropriation of everyday life. The notions of "living" and "life" are interpellated in the creation of works of art that activates the person, his concern about the conditions that make possible his existence and that of others, because it allows to make visible new ways of exploring, feeling and experimenting what we come being. Rewriting the history of contemporary educational practices implies looking at research, beyond a recipe with predictable results with which concern and surprise are absent. Education is susceptible to research from various angles that enrich its problematization for understanding that knowledge, practices and subjects are part of this great fabric, that path is not univocal, it bifurcates.
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