El Censo de Infraviviendas elaborado por la Comisaría de Ordenación Urbana de Madrid y sus alrededores (COUMA) durante las décadas de los 50 y 60 del pasado siglo, configura un archivo material privilegiado para analizar uno de los fenómenos que más preocupó al Régimen franquista desde la posguerra: el crecimiento fuera de su control de las periferias urbanas. La llegada de familias trabajadoras emigrantes, fue ensanchando el extrarradio madrileño con el aumento de miles de chabolas autoconstruidas. Este artículo tiene como base un trabajo de campo antropológico en Vallecas, que ha incluido una lectura de carácter etnográfico de documentación de este período, en especial el Censo de Infraviviendas. Este archivo, prácticamente inédito, está compuesto por miles de fichas, que recogen información de cada una de las familias que habitaban las periferias, junto a la fotografía de las mismas a la puerta de sus chabolas. A lo largo del presente trabajo, se analiza la configuración de las fichas como prueba material de la presencia de la población chabolista, constituyendo un “campo documental” que formaba parte de la política de control y vigilancia a la que estaba sometida dicha población. Incluimos testimonios de vecinas vallecanas que vivieron este proceso, centrándonos a través de la técnica de photo-elicitation en uno de ellos. El análisis del Censo de Infraviviendas, mecanismo desde el que la COUMA ejercía el control y “prueba material” de esta época, pues las chabolas fueron derribadas, permite la reconstrucción de la experiencia de una población invisibilizada: la población chabolista madrileña en la etapa franquista.