Índice de redondez corporal como indicador antropométrico para identificar riesgo de síndrome metabólico en médicos del hospital San Francisco del IESS, en la ciudad de Quito

2018 ◽  
Vol 43 (2) ◽  
pp. 116-124
Author(s):  
Sebastián Vallejo Espinoza ◽  
Jorge Sánchez Sánchez ◽  
Washington Paz Cevallos ◽  
William Guamán Gualpa ◽  
Fabián Montaluisa Vivas ◽  
...  

Contexto: las enfermedades crónicas no transmisibles revisten interés para la salud pública; algunas de ellas pueden detectarse y predecirse mediante estudios básicos como es la antropometría. El índice de masa corporal (IMC) valora, estratifica y clasifica el nivel de sobrepeso del individuo como factor de riesgo de síndrome metabólico (SM), sin discriminar entre masa muscular y adiposidad que puede dilucidarse mediante el índice de redondez corporal (IRC) y predecir tanto el porcentaje de grasa corporal y el estado de salud. Barazzoni y colaboradores relacionaron tanto al IRC e IMC con el síndrome metabólico; sobre esta relación existen contados estudios, algunos controversiales. Objetivo: demostrar la utilidad del IRC para identificar factores de riesgo de síndrome metabólico y correlacionarlo con el Índice de masa corporal para establecer la utilidad clínica como indicador de riesgo metabólico. Sujetos y métodos: estudio epidemiológico observacional descriptivo transversal de conjunto, en una muestra de 90 médicos del Hospital San Francisco de Quito. Perteneciente al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Mediciones principales: estado nutricional según peso, talla, circunferencia abdominal; diagnóstico de síndrome metabólico según «guía para el tratamiento de dislipidemias en adultos» (Adult Treatment Panel III). Resultados: el 16,67% (IC95% 10,37–25,69%) de sujetos fueron diagnosticados con SM demostrándose similar resultado usando IMC e IRC para establecer la condición de SM según criterios diagnósticos del ATPIII (p<0,05). La exactitud del IMC como predictor de riesgo de SM fue 62% y 30% de precisión; para IRC, la exactitud fue 42%, sensibilidad del 23% y 100% de valor predictivo negativo. Conclusión: la prevalencia de síndrome metabólico en médicos es alta. El IRC es útil para el diagnóstico de SM, sin embargo, su mayor aplicación es para descartar su diagnóstico, comparado con el IMC. Se recomienda nuevos estudios.

2021 ◽  
Vol 20 (3) ◽  
pp. 18-25
Author(s):  
Olaf Montes de Oca Juárez ◽  
Anahí Cruz Gaspar ◽  
Sabina López Toledo

Introducción:La longitud relativa de pierna (LRP) ha retomado importancia, no solo como indicador de crecimiento, sino por la posible asociación que tienen las piernas cortas y estaturas bajas con la presencia de síndrome metabólico (SM). Objetivo:Evaluar la relación entre el retraso en el crecimiento y el síndrome metabólico y sus componentes en adultos jóvenes de Oaxaca. Métodos:Se realizó un estudio transversal en una muestra de 224 estudiantes entre 18 a 30 años. Se evaluó LRP y para diagnosticar SM se hicieron mediciones antropométricas y bioquímicas acordes al Adult Treatment Panel III (ATP-III). Para el análisis se eligieron grupos extremos (piernas cortas y largas) del cual se compararon sus medias, se hizó correlación de Pearson para evaluar asociación y mediante regresión lineal múltiple se determinó significancia estadística. Resultados:Se determinó que el 8.9% presentaba piernas cortas con una prevalencia de SM en un 32.5%. No se encontró  asociación de la LRP corta con el SM o alguno de los componentes del ATP III, pero si para el porcentaje de grasa en mujeres. Conclusión: La grasa corporal es un indicador más sensible al riesgo de presentar SM en personas con piernas cortas en comparación de los componentes diagnósticos habituales.


2012 ◽  
Vol 73 (2) ◽  
pp. 101 ◽  
Author(s):  
Jaime Pajuelo Ramírez ◽  
José Sánchez-Abanto ◽  
Harold L. Torres ◽  
Marianella Miranda

<strong>Objetivos:</strong> Determinar y comparar la prevalencia del síndrome metabólico y de sus diferentes componentes en población adultaperuana que habita por debajo de 1 000 y por encima de 3 000 msnm. <strong>Diseño:</strong> Análisis de los datos de la Encuesta Nacional deIndicadores Nutricionales, Bioquímicos, Socioeconómicos y Culturales Relacionados a las Enfermedades Crónicas Degenerativas2006. <strong>Institución: </strong>Instituto Nacional de Salud Centro Nacional de Alimentación y Nutrición, Ministerio de Salud, Lima, Perú. Participantes:Personas mayores de 20 años.<strong> Métodos:</strong> Se incluyó 3 384 personas mayores de 20 años,  4225 que habitaban por debajo de 1 000(nivel-I) y 959 por encima de los 3 000 msnm (nivel-II). El síndrome metabólico fue definido de acuerdo a los criterios del NationalCholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (NCEP ATP III). <strong>Principales medidas de resultados:</strong> Prevalencia del síndromemetabólico y sus componentes. <strong>Resultados:</strong> La prevalencia de síndrome metabólico fue significativamente mayor en el nivel-I (19,7%)que en el nivel-II (10,2%), p&lt;0,001. En varones, la prevalencia fue 9,2% en el nivel-I y 5,1% en el nivel-II. En mujeres fue 29,9% en elnivel-I comparado con 15,2% en el nivel-II. La obesidad central (35,5% vs. 21,1%), elevación de presión arterial (20,9% vs. 15,0%),hiperglicemia (3,9% vs. 1,7%), hipertrigliceridemia (31,3% vs. 25,7%) y concentraciones bajas de HDLc (57,4% vs. 52,5%) fueronsignificativamente más prevalentes en el nivel-I comparado con el nivel-II (p&lt;0,05). Los componentes del síndrome metabólico másfrecuentes en los varones fueron la hipertrigliceridemia y el HDLc bajo, mientras que en las mujeres fueron la obesidad central y elHDLc disminuido. <strong>Conclusiones: </strong>El síndrome metabólico fue significativamente más prevalente en la población por debajo de los 1 000msnm; esto podría ser resultado de la transición nutricional, demográfica y socioeconómica en esta área. Las mujeres fueron mássusceptibles a los factores de riesgo cardiovascular.


Author(s):  
Ulises Leal ◽  
Nelina Alejandra Ruiz-Fernández ◽  
Lisbeth Loaiza ◽  
Milagros Espinoza

<p><strong>Introducción: </strong>La relación del síndrome metabólico (SM) y sus componentes con la tasa de filtración glomerular y proteinuria aun no está ampliamente dilucidada. El objetivo del trabajo fue asociar la tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) y la proteinuria con el SM y sus componentes individuales en adultos con factores de riesgo cardiometabólico, que acudieron a un centro de salud público ubicado en el municipio San Diego, Estado Carabobo-Venezuela.<strong> </strong></p><p><strong>Métodos: </strong>Estudio descriptivo-transversal (n=176 pacientes). Se midió peso, talla, circunferencia de cintura, porcentaje de grasa corporal y presión arterial; se determinó en suero glucosa, creatinina, urea, nitrógeno ureico, colesterol total, colesterol unido a lipoproteínas de baja (LDLc) y alta (HDLc) densidad, triglicéridos y hemoglobina glicosilada A1<sub>C</sub> en sangre total; en orina parcial se determinó la presencia de proteinuria. Se estimó la TFGe por ecuaciones y se calculó el índice de masa corporal (IMC).</p><p><strong>Resultados: </strong>La frecuencia de SM fue más elevada en pacientes con enfermedad crónica renal (TFGe &lt; 60 mL/min/m<sup>2</sup>), TFGe ligeramente disminuida (60-89 mL/min/m<sup>2</sup>), hiperfiltración o proteinuria. Los riesgos de disminución ligera de la TFGe y proteinuria se asociaron significativamente a SM, glicemia elevada y HDLc bajo, con y sin ajuste por sexo, edad e IMC. Cuando se ajustó por condición de diabético, el riesgo de proteinuria se asoció a SM y presión arterial elevada.  El riesgo de hiperfiltración no se asoció a SM.</p><p><strong>Conclusión: </strong>La reducción de la TGFe y la proteinuria se asociaron al SM y sus componentes individuales. Se requieren otros estudios que confirmen los resultados.</p>


2014 ◽  
Vol 74 (4) ◽  
pp. 315 ◽  
Author(s):  
Juan Carlos Lizarzaburu Robles

El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de anormalidades metabólicas consideradas como un factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes. Los componentes del SM se han definido según diferentes guías y consensos. Las definiciones propuestas por el National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (ATP III) y la International Diabetes Federation (IDF) son las más utilizadas en las diferentes publicaciones; sin embargo, se han realizado actualizaciones para diferentes poblaciones según la etnia y ubicación geográfica, como es el caso de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD), que define un perímetro abdominal determinado para la región América Latina. En el año 2009, la publicación Harmonizing the Metabolic Syndrome sugirió un consenso para el diagnóstico de SM tratando de unificar los criterios de las diferentes organizaciones. Respecto a la fisiopatología del SM, la resistencia a insulina ha sido considerada como base del desarrollo del conjunto de anormalidades que lo conforman, sugiriendo a la obesidad abdominal o central como responsable del desarrollo de la insulino resistencia. Las adipoquinas producidas por el tejido adiposo abdominal actuarían directa o indirectamente en el desarrollo de los componentes del síndrome. Es importante mencionar que el síndrome metabólico ha sido considerado un equivalente diagnóstico de prediabetes, por ser predictor de diabetes. El incremento en la prevalencia del SM a nivel mundial le ha otorgado una gran importancia en la prevención y control de riesgo de la enfermedad cardiovascular y la diabetes. En el presente artículo revisaremos importantes aspectos sobre la definición y diagnóstico del síndrome metabólico.


Author(s):  
T. V. Carpio-Arias ◽  
M. F. Vinueza Veloz ◽  
T. M. Nicolalde Cifuentes ◽  
D. L. Abril Merizalde

There is growing scientific evidence that connects circadian rhythm abnormalities with cardiovascular risk factors. Due to their work schedules, shift workers are exposed to changes in their circadian rhythm that are associated with metabolic syndrome (MS). Aim: To determine the relationship between shift work and metabolic syndrome. Methodology: This is a cross-sectional observational study. The sample included 300 adult volunteers, health workers of a public hospital in the city of Riobamba, Ecuador. The diagnosis of MS was made based on the criteria bythe Adult Treatment Panel III (ATP III). In addition, sleep quality was assessed through the Pittsburg sleep quality index. Cluster analysis of K-means was used to identify representative groups. In addition, chi-squared test and ANOVA were used to determine the association between variables. Results: Three conglomerates based on age and sex were established, which were numbered consecutively 1, 2 and 3. Conglomerate 1 had a statistically higher percentage of people who worked in shifts, suffered MS and had worse sleep quality than the other two conglomerates. In conclusión, shift work is related to the risk of suffering from MS and poor quality of sleep. Keywords: shift work, metabolic syndrome, sleep quality, k medias clusters. Resumen Introducción: La evidencia creciente conecta las alteraciones del ritmo circadiano con factores de riesgo cardiovascular. Los trabajadores por turnos debido a sus horarios de trabajo están expuestos a alteraciones de su ritmo circadiano que se asocian a síndrome metabólico (SM). Objetivo: Determinar la relación entre trabajo por turnos y síndrome metabólico. Metodología: Estudio observacional transversal. La muestra incluyó 300 voluntarios adultos, empleados sanitarios de un hospital público de la ciudad de Riobamba, Ecuador. El diagnóstico de SM se realizó con base en los criterios del Adult Treatment Panel III (ATP III). Además, se evaluó la calidad del sueño a través del índice de la calidad de sueño de Pittsburg. Se utilizó el análisis de clúster de K medias para identificar grupos representativos, además Chi2 y ANOVA para determinar asociación entre las variables. Resultados: Se establecieron tres clusters basados en edad y sexo, los que fueron numerados de forma consecutiva 1, 2 y 3. El cluster 1 tuvo un porcentaje estadísticamente más alto de personas que trabajaban por turnos, sufrían SM y que presentaron peor calidad de sueño que los otros dos clusters. Conclusiones: El trabajo por turnos se relaciona con el riesgo de sufrir SM y mala calidad de sueño. Palabras clave: trabajo por turnos, síndrome metabólico, calidad del sueño, análisis de k medias.


2015 ◽  
Vol 24 ◽  
pp. 7-10
Author(s):  
Laura Cristina García-Carnero ◽  
Elsa Paola Gamez-Fierro ◽  
Pilar del Carmen Hernández-Rodríguez ◽  
Narciso Torres-Flores ◽  
Irene Leal-Berumen ◽  
...  

La Federación Internacional de Diabetes (FID) y el Programa Nacional de Educación en Colesterol (National Cholesterol Education Program (NCEP)-Adult Treatment Panel (ATP III)) han propuesto criterios para el diagnóstico de Síndrome Metabólico (SM) en adolescentes. Este trabajo determina la prevalencia de SM y su relación con otros parámetros (ácido úrico, plaquetas y tipo sanguíneo) en adolescentes de 12-16 años. Se realizó un estudio descriptivo y transversal, empleando criterios de la FID, NCEP-ATPIII y criterios propuestos (CP). De la muestra conformada por 246 adolescentes, la prevalencia de SM, según la FID, fue de 3.25%, 6.5% para la NCEP-ATPIII y 21.54% con los criterios propuestos, siendo las mujeres y los menonitas los más afectados. Niveles de ácido úrico, plaquetas y el factor Rh no mostraron relación con SM, a diferencia del tipo sanguíneo. La aplicación de distintos criterios diagnósticos puede significar el no identificar adecuadamente la presencia de este síndrome. 


2013 ◽  
Vol 68 (1) ◽  
pp. 38 ◽  
Author(s):  
Jaime Pajuelo ◽  
José Sánchez

Objetivo: Conocer la prevalencia del síndrome metabólico en la población adulta del Perú. Materiales y Métodos: Se estudió 4091 personas mayores de 20 años. El 50,4% correspondió al género femenino y 49,6% al masculino. Estas personas fueron elegidas sobre la base de un muestreo por conglomerado trietápico, que representa el nivel nacional y los siguientes ámbitos: Lima metropolitana, resto de la costa, sierra urbana, sierra rural y selva. A todos se les tomó el peso, la talla, la circunferencia de la cintura, la presión arterial, y se les dosó triglicéridos, colesterol HDL y glucosa. Para el diagnóstico del síndrome metabólico se utilizó el criterio del National Cholesterol Education Program ATP III (Adult Treatment Panel). Resultados: La prevalencia nacional del síndrome metabólico fue 16,8%. Lima metropolitana (20,7%) y el resto de la costa (21,5%) fueron los únicos ámbitos que estuvieron por encima de la prevalencia nacional. La sierra rural es la que presentó los valores más bajos, con 11,1%. El género femenino (26,4%) superó ampliamente al masculino (7,2%). El síndrome metabólico fue más prevalente en las personas con obesidad que en las que tenían sobrepeso. A mayor edad, mayor presencia del síndrome metabólico. Conforme se incrementó la circunferencia de la cintura, las otras variables lo hicieron de la misma manera. Conclusiones: En el país, 2 680 000 personas presentaron el síndrome metabólico, lo que significa que una gran cantidad de personas se encuentra en riesgo de su salud por las diversas alteraciones que le pueden ocurrir. Conociendo que la principal causa de este problema es el sobrepeso y la obesidad, hay que realizar estrategias que permitan combatir lo mencionado. Estas estrategias son ampliamente conocidas: tener una alimentación saludable y realizar una actividad física.


2021 ◽  
Vol 81 (2) ◽  
pp. 1-12
Author(s):  
Judith Meliza Cerna-Jamanca ◽  
Willy Gamboa-Vicente

Objetivo: Determinar si existe asociación entre el síndrome metabólico (MetS) y los niveles de antígeno prostático específico (PSA). Material y Métodos: Se realizó un estudio observacional, analítico y transversal, en el cual se incluyeron 357 varones entre 50-70 años, que acudieron a control prostático al Servicio de Urología del Hospital Belén de Trujillo durante el periodo Marzo – Julio del año 2019, que cumplieron los criterios de selección. Según los criterios de la National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (NCEP-ATPIII) los pacientes fueron dicotómizados por la presencia o ausencia de MetS y se calculó la media de los niveles de PSA en cada grupo. Posteriormente se realizó un análisis de regresión lineal para evaluar el efecto de la edad, IMC, volumen prostático, volumen de plasma sanguíneo y score de síntomas de tracto urinario inferior sobre los niveles de PSA. Resultados: En el grupo de varones con MetS, la media de los niveles de PSA fue ligeramente menor que en los varones sin MetS (1,54 ± 2,39 vs 1,85 ± 3,0); obteniéndose una diferencia de 0.31 ng/ml; sin embargo, esta asociación no fue estadísticamente significativa (p= 0,103). Por otro lado, los niveles de PSA se vieron influenciados por el volumen de plasma sanguíneo (p=0,007) e IMC (p=0.017). Conclusiones: Los resultados obtenidos en esta población reflejan que la presencia de MetS tuvo una asociación no significativa sobre los niveles de PSA; sin embargo, estos hallazgos pueden estar influenciados por un efecto antagónico entre cada uno de los componentes de MetS.


2019 ◽  
Vol 2 (3) ◽  
pp. 18-33
Author(s):  
Naidelin Alonso González ◽  
Arcelia González Mederos

La obesidad es la alteración nutricia más común en el mundo, el exceso de grasa corporal es una condición preocupante debido a que representa un factor de riesgo que incrementa la morbilidad y la mortalidad. Después de haber sido considerada durante largo tiempo como un signo de buena salud e incluso como un índice de bienestar económico y social, la obesidad se contempla actualmente en su verdadero aspecto, es decir, como causa principal de diversas patologías, tanto metabólicas (diabetes, hiperlipidemias, etc.) como motoras (artrosis, trastornos circulatorios, etc.), sin olvidar la gran relación existente entre la obesidad y algunos trastornos psíquicos. Sin embargo, la publicidad que nos invade incita a comer golosinas y otros productos que pueden contribuir al aumento de peso. Además, los anuncios publicitarios de productos alimenticios suelen estar hechos por modelos de figura muy estilizada, lo que no deja de ser una paradoja (las modelos profesionales suelen seguir dietas de adelgazamiento a veces extremadamente estrictas y perjudiciales). Por todo ello, la obesidad es un problema de gran actualidad que, en los países industrializados, debido a su alta frecuencia, preocupa tanto al personal sanitario como a sociólogos, antropólogos y profesionales de la educación física. El presente trabajo tiene como objetivo principal el poder influir para disminuir significativamente el problema de obesidad en personal adultas mediante un programa de acondicionamiento físico. La obesidad forma parte del síndrome metabólico siendo un factor de riesgo conocido, es decir predispone, para varias enfermedades, particularmente enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus, osteoartritis, así como a algunas formas de cáncer, padecimientos dermatológicos y gastrointestinales.[3][4]En forma práctica, la obesidad puede ser diagnosticada típicamente en términos de salud midiendo el índice de masa corporal (IMC), pero también en términos de su distribución de la grasa a través de la circunferencia de la cintura o la medida del índice cintura cadera. Además, la presencia de obesidad necesita ser considerada en el contexto de otros factores de riesgo y comorbilidades asociadas (otras condiciones médicas que podrían influir en el riesgo de complicaciones).[3]El índice de masa corporal es un método simple y ampliamente usado para estimar la proporción de grasa corporal.[6]El IMC fue desarrollado por el estadístico y antropometrista belga Adolphe Quetelet.[7] Este es calculado dividiendo el peso del sujeto (en kilogramos) por el cuadrado de su altura (en metros), por lo tanto es expresado en kg / m².La OMS (Organización Mundial de la Salud) establece una definición comúnmente en uso con los siguientes valores, acordados en 1997, publicados en 2000 y ajustados en el 2010[9]:IMC menos de 18,5 es por debajo del peso normal, IMC de 18,5-24,9 es peso normal, IMC de 25,0-29,9 es sobrepeso, IMC de 30,0-34,9 es obesidad clase I,IMC de 35,0-39,9 es obesidad clase II,IMC de 40,0 o mayor es obesidad clase III, grave (o mórbida),IMC de 35,0 o mayor en la presencia de al menos una u otra morbilidad significativa es también clasificada por algunas personas como obesidad mórbida.


2018 ◽  
Vol 4 ◽  
pp. 100
Author(s):  
Silvina M. Martínez ◽  
Florencia X. Sticchi ◽  
Patricia N. Goicoechea ◽  
Natalia A. Serrano ◽  
Eduardo A. Leyes Pedrozo

<p>Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte a nivel mundial, están íntimamente ligadas a la presencia de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) como ser la hipertensión arterial (HTA), dislipidemia, tabaquismo, la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2), la obesidad, el sedentarismo y el síndrome metabólico (SM). Se buscó determinar los FRCV presentes en la población estudiada y relacionarlos con el porcentaje de grasa corporal (GC) y el nivel de grasa visceral (GV), ya que estos reflejarían la verdadera composición corporal de un individuo en comparación con el índice de masa corporal que solo tiene en cuenta el peso total sin discriminar tejido adiposo y muscular.</p><p> </p>


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